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Nacieron los mellizos de Mariah Carey

Cuando llegó el sábado a la mañana al hospital, en Los Ángeles, Mariah Carey, de 42 años, pensó que era una falsa alarma y que pronto volvería a su casa junto a su esposo, Nick Cannon. Pero las contracciones continuaron y enseguida el médico la llevó a la sala de partos, donde nacieron los mellizos, un varón y una mujer, tal como declaró su portavoz Cindi Berger al periódico Los Angeles Times.
Primero nació la niña, que pesó 2.3 kilogramos y midió 45 cm. y luego nació el niño, con 2.4 kilogramos y 47.5 cm de altura.
Unos días antes, Nick Cannon había hecho una broma al aire, en su programa de radio, acerca de que iban a festejar su tercer aniversario de bodas en el hospital. Y así fue. “Estoy en el lugar más feliz en el que jamás haya estado en toda mi vida. Jamás me pasaron cosas tan maravillosas. Me arrodillo ante el Favor de Dios!”, escribió en Twitter, apenas le confirmaron que tanto Mariah como los recién nacidos estaban bien.

Miguel Bosé y otros famosos, que fueron padres a través de un vientre de alquiler

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Puntos clave

Para celebrar el aniversario, el Reverendo Al Sharpton se acercó, el domingo, al hospital para renovar los votos de la pareja. “Estoy tan emocionado por el sincero compromiso espiritual de Mariah y Nick. Ellos no han permitido que el éxito los separe de Dios. Estoy muy orgulloso”, comentó el religioso en las redes sociales.

Mamás famosas después de los 40

Mariah Carey no es la primera celebridad que toma la decisión de tener hijos después de los 40. Celine Dion fue mamá de mellizos a los 42; Kelly Preston, esposa de John Travolta, tuvo a Benjamín, su hijo menor, a los 48 años. Emma Thompson, tuvo su bebé a los 40; Susan Sarandon tuvo un hijo a los 46; Madonna a los 41; Jane Seymour fue mamá de mellizos a los 44. Geena Davis también tuvo mellizos pero a los 48; al igual que Holly Hunter, a los 47. La lista continúa, pero sirve para comprobar que no es algo poco común. Así se afirma en el sitio de Internet creado para “las madres después de los 40” (www.mothersover40.com). “Ser padre a mediana edad es una experiencia muy positiva. Yo estoy mucho más saludable ahora que cuando tuve al primero de mis tres hijos, cuando tenía veinte años”, explica su creadora, Jan Andersen.

Una tendencia en aumento

Según un reporte del Centro del Control y Prevención de Enfermedades (CDC, su sigla en inglés), aumentó un 4% la cantidad de madres de más de 40. El mismo incremento se observa en la franja de mujeres que superan los 45 años.
Sin embargo, siempre existen ciertos riesgos. Según la fundación “March of Dimes”, dedicada a mejorar la salud de los bebés, “el riesgo de tener un bebé con defectos de nacimiento aumenta con la edad, ya que está relacionado con los cromosomas, que son las estructuras de las células que contienen los genes".
El principal riesgo es el de tener un bebé con Síndrome de Down. Después de los 40, la posibilidad es de 1 en 100; después de los 45, el riesgo aumenta a 1 en 30.
No obstante, el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología recomienda que todas las mujeres embarazadas se realicen un test para evaluar el riesgo de que el bebé nazca con éste u otros síndromes relacionados con los cromosomas.
Por otra parte, una investigación de la Universidad de California descubrió que las madres de mayor edad son más propensas a tener hijos autistas, con respecto a las madres más jóvenes. Según este estudio, publicado por Healthday, un mujer que tiene un hijo a los 40 o más tiene 50% más de posibilidades de tener un niño autista que las madres de entre 25 y 29 años. “Durante mucho tiempo hemos sabido que la paternidad avanzada es asociada con los cambios en el ADN, mayores anormalidades en los cromosomas y más complicaciones en los nacimientos”, explicó Geraldine Dawson, directora de la oficina de Ciencias sobre Autismo de la institución.
Así como todos los hijos son diferentes; las madres también lo son. Por lo que lo más indicado es, en cada caso, consultar al médico y seguir sus recomendaciones. Con prevención y los cuidados adecuados, la espera será mucho más dulce.