El cacahuate o maní (Arachis Hypogaea) es una leguminosa originaria de América del Sur. Su semilla es rica en ácidos grasos monoinsaturados que ayudan a reducir el colesterol “malo” y mantener el nivel de colesterol “bueno”.
Se puede consumir en forma de mantequilla, de aceite, harina, o directamente el fruto natural. Una investigación del Departamento de Ciencias de la Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Toronto asegura que puede ayudar a bajar de peso. Esto ocurre porque genera saciedad y ayuda a evitar la ingesta de otras calorías,
Si bien la Academia de Nutrición y Dietas incluye a la mantequilla de maní en su lista de grasas saludables, hay algunas con un alto contenido de sal, aceites vegetales, azúcar y emulsificadores que interfieren y malogran las bondades del alimento en sí.
En EE.UU. se tiene gran preferencia por la mantequilla de maní, debido a su delicioso sabor. Es una buena fuente de energía ya que aporta 190 calorías cada 2 cucharaditas. Pero para consumir algo menos conviene elegir las bajas en grasas, que aportan 160 calorías por igual cantidad, preferentemente sin aditivos.
Para quien quiera consumir el fruto natural, una porción de 28 gramos aporta 158 calorías, y conviene elegirlos solo tostados, no fritos ni con sal, ya que son mucho menos saludables y pueden elevar la presión y promover la suba de peso, entre otros inconvenientes.
Un estudio del Departamento de Agricultura de EE.UU. halló que el cacahuate o maní es rico en resveratrol, un antioxidante poderoso en la lucha contra el envejecimiento. También es una buena fuente de proteína vegetal: aporta 7 gramos de ella por cada 25 de fruto.
Es rico en arginina, un aminoácido eficaz para curar heridas y fortalecer el sistema inmune y al ser vasodilatador, ayuda a prevenir la arterosclerosis. Los cacahuates y nueces contienen compuestos como ácidos grasos mono y poliinsaturados, vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes y otros bioactivos que contribuyen a bajar la tasa de mortalidad.