Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., a través de su portal FoodSafety.gov, explican que muchas piezas de pollo congelado parecen cocidas, pero no lo están. Esto ocurre tanto en las más pequeñas que se sirven como entrada como en las de mayor tamaño, más aptas para platos principales.
El consumo de pollo que no esté completamente cocido puede provocar enfermedades alimentarias por contaminación. Por eso los CDC recomiendan leer bien los envases para saber si contienen pollo crudo o cocido. En el primer caso, hay que seguir las instrucciones de cocción exactamente como se indica en el envase.
De ser posible, utilizar un termómetro de alimentos para cerciorarse de que la temperatura en el centro del pollo sea de 165ºF (74ºC), que es la ideal de cocción para este alimento. También es necesario limpiar y desinfectar las superficies y utensilios que hayan estado en contacto con el alimento crudo, con una cucharada de lavandina por cada galón de agua. Y lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos, antes y después de tocar el producto crudo.
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La entidad recuerda que la falta de seguridad alimentaria afecta a 10 millones de personas y mata a miles. Por esto es que se difunden estas campañas de concientización con consejos para evitar las enfermedades que puedan llegar con los alimentos.
El germen de listeria, por ejemplo, es uno de los más peligrosos, y en EE.UU. enferman al año a 1,600 personas. Es la tercera causa de muerte por envenenamiento por comida, aunque afecta principalmente a embarazadas, recién nacidos, personas mayores de 65 años y a quienes tienen el sistema inmune debilitado.
Suele estar en alimentos que no es necesario cocinar en casa como carnes de deli, quesos, brotes, apio y melones. El germen se propaga aún si los alimentos están en el refrigerador.
La salmonella es otro de los “villanos” de los alimentos, que enferma cada año a 1 de cada 6 personas, lo que representa 48 millones de personas. El contagio puede llegar con el consumo de alimentos contaminados como carnes, huevos, frutas, vegetales y algunos procesados como la mantequilla de maní.