Seguir una alimentación rica en vegetales y reducida en carnes puede proteger contra la obesidad en poblaciones de mediana edad y personas mayores, incluso si no se sigue estrictamente una dieta vegana o vegetariana.
Una nueva investigación del Erasmus University Medical Center, con sede en Rotterdam, Holanda, examinó la asociación entre los diversos grados de una dieta basada en vegetales y el índice de masa corporal (IMC), circunferencia de la cintura, índice de masa grasa (peso de la grasa en relación con la altura), índice de masa libre de grasa y porcentaje de grasa corporal a largo plazo en 9,641 adultos mayores, con un promedio de edad de 62 años.
El equipo creó un sistema de puntuación para categorizar la cantidad de alimentos de origen vegetal en comparación con la cantidad de alimentos de origen animal que consumieron los participantes.
Así, las personas recibieron puntos por comer frutos secos, frutas y verduras, y se les dedujeron puntos por comer carne, productos lácteos y pescado. Por lo tanto, cuanto más alto era el puntaje, era mayor la adhesión a una dieta vegetariana.
Puntuaciones
Aquellos con los puntajes más altos tenían más probabilidades de tener un IMC más bajo a largo plazo. Esta asociación sigue siendo cierta después de tener en cuenta los factores que podrían haber influido en los resultados, como la ingesta total de energía, los niveles de actividad física y los antecedentes socioeconómicos.
Los participantes con un 10 en el índice tuvieron puntajes de IMC y de índice de masa grasa significativamente más bajos en comparación con los participantes que obtuvieron cero. Los puntajes más altos también se relacionaron con una menor circunferencia de la cintura y un menor porcentaje de grasa corporal.
Los investigadores señalaron que había diversas maneras en que se podían alcanzar las puntuaciones más altas sin convertirse necesariamente en vegetarianos o veganos por completo. Por ejemplo, intercambiar 50 gramos de carne roja por 200 gramos de vegetales cada día le daría a alguien una puntuación alta.
“Nuestro estudio sugiere que una dieta mayormente basada en vegetales y menos en animales más allá de la estricta adherencia a las dietas veganas o vegetarianas puede ser beneficiosa para prevenir el sobrepeso u obesidad en las poblaciones de mediana edad y ancianos”, destacó la autora principal del estudio, Zhangling Chen.
Agregó, además, que consumir una dieta basada en vegetales para proteger contra la obesidad no requiere un cambio radical en la dieta o una eliminación total de la carne o los productos de origen animal. En cambio, se puede lograr de varias maneras, como la reducción moderada del consumo de carne roja o comer algunas verduras más. Esto respalda las recomendaciones actuales para cambiar a dietas ricas en alimentos vegetales, con bajo consumo de alimentos de origen animal.