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Pink logra un cuerpo celestial con la acrobacia aérea

En la reciente entrega de los Grammys 2014, la cantante Pink sorprendió con una presentación aérea muy audaz, en la que cantó su tema “Try” mientras volaba suspendida del techo por encima del público del Staples Center de Los Angeles.

Según se pudo comprobar en la artista de 34 años, la acrobacia aérea requiere un entrenamiento que ayuda a esculpir un cuerpo fibroso y bien definido.

Pink logra un cuerpo celestial con la acrobacia aérea

Este tipo de acrobacia se practica en los gimnasios con dos tiras de tela suspendida del techo. Los principiantes no ejercitan a más de 1 pie (unos 30 cm) del suelo, pero una vez que se domina la técnica se puede trabajar a mayor altura. Los ejercicios se realizan con arnés o envolviendo los brazos o las piernas con las telas, para trabar el cuerpo y evitar deslizamientos.

La acrobacia aérea requiere mucha fuerza abdominal, de pies y brazos. Pero se adquieren durante la práctica, que a la vez ayuda a aumentar la flexibilidad y el equilibrio.

Además de esta actividad, Pink revela que lo que más le gusta es hacer es yoga, pero nunca llega a ser tan estimulante como los shows. En ellos se divierte enormemente, y a la vez transpira mucho y pierde gran cantidad de calorías. Durante la semana, entrena 60 o 90 minutos diarios, 5 o 6 días por semana, donde además del entrenamiento aéreo combina P90X, yoga, cardio y caminatas enérgicas.

El P90X es un programa de ejercicios sin máquinas, creado por el entrenador Tony Horton, que incluye 12 tipos de entrenamiento intenso que mejoran la resistencia y la flexibilidad, a la vez que aumentan la capacidad aeróbica.

Con tanta actividad, hoy la cantante tiene una figura estupenda, pero todavía recuerda el gran esfuerzo que hizo para bajar las 55 libras (25 kg) que subió con el embarazo de su hija Willow Sage, que nació en junio de 2011. Pink logró ponerse en forma con una dieta que sigue hasta hoy, que es mayormente vegetariana, aunque ocasionalmente consume pollo y pescado grillado.

La autora de “Just give me a reason” adora cocinar, y lo hace con gusto para su marido, Carey Hunt y su hija. A la hora de elegir carbohidratos, prefiere el cous cous, la quinoa y el arroz integral. Y tiene un jardín de donde corta rúcula, que cocina saltada con espárragos y aceite de trufas. Tiene debilidad por las comidas engordantes como el cheesecake, y según admite, le gustaría tener algunas libras menos, para poder darse más gustos de ese tipo.

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