El actor inglés e intérprete del príncipe elfo Legolas en El Hobbit, la famosa saga de El Señor de los Anillos, tuvo varios incidentes en su vida que le dejaron como saldo una colección de huesos rotos. Se quebró el cráneo tres veces, se fisuró tres costillas, se rompió la nariz jugando al rugby, la pierna derecha esquiando en Suiza y la izquierda en un accidente de moto. Como si esto fuera poco, también se rompió la muñeca mientras hacía snowboard.
Pero la peor de sus lesiones fue a los 21 años, cuando intentando acceder a la terraza de la casa de un amigo saltando por los techos, dio un traspiés y se cayó desde un tercer piso. Los médicos pensaron que no podría volver a caminar, pero fue sometido a una cirugía en la que le colocaron varios tornillos y placas en la columna. En menos de 18 meses y luego de una intensa rehabilitación, estaba recuperado y andando a caballo en Nueva Zelanda.
A raíz de su seria lesión en la espalda, practica Pilates religiosamente para fortalecer su pared abdominal, para que ayude a sostener su maltrecha y atornillada columna. También hace yoga, juega al tenis y levanta pesas.
El intérprete de Los tres mosqueteros siente pasión por andar en algunas de sus motos, pero más aún en su bicicleta de mountain bike. En ella sale dos veces por semana en recorridos de 2 a 5 horas, en los que hace no menos de 17 millas a 3,000 pies de altura. Sin embargo, desde que nació su hijo Flynn en enero de 2011 confiesa que no le queda tanto tiempo para esas travesías.
El actor, que también participó en La maldición del Perla Negra, sigue la dieta “de los 5 factores”, ideada por el entrenador físico Harley Pasternak. Es un programa de 5 semanas en el que se come 5 veces al día, e incluye ejercicio físico 5 veces por semana durante 25 minutos. Se consumen alimentos variados equilibrando la cantidad de proteínas, carbohidratos, grasas no saturadas, lácteos, frutas y verduras.