Este luchador profesional conocido como “La Roca” fue 8 veces campeón de la WWF (World Wrestling Federation), dedicada a la lucha libre. En aquellos tiempos era una mole de 280 libras (127 kg) que también jugaba en la defensa de su equipo de futbol americano en la Universidad de Miami. Después comenzó un entrenamiento especial en el que llegó a bajar a 260 y finalmente alcanzó las 225 libras (127 kg) para convertirse en actor de cine.
El atleta nació en 1972, y mantiene un físico casi esculpido a mano, ya que entrena 5 días a la semana. Los lunes se dedica a los hombros, los martes a la espalda y los miércoles descansa. Retoma el jueves trabajando las piernas; los brazos los ejercita el viernes y el pecho el sábado. El domingo, descansa. Después de cada entrenamiento consume suplementos para recuperar sus músculos.
Johnson seguía una dieta con menos calorías de las que necesitaba, y también suspendía los carbohidratos después de las 3 p.m. Este régimen lo hacía sentir cansado y sin energía, y decidió cambiar sus hábitos alimentarios.
De acuerdo con el desgaste físico que le requiere su duro entrenamiento, necesita un plan de alimentación de más de 3,000 calorías diarias. Por ello consume 600 calorías por ingesta, 6 veces al día, intentando que su dieta sea balanceada, con proteínas magras, carbohidratos con almidón y vegetales con fibra.
"La Roca" desayuna 10 claras de huevo revueltas con avena o copos de arroz. La comida número 2 consiste en 2 pechugas grilladas con harina de maíz, batatas y espárragos al vapor. La comida número 3 incluye atún en agua con arroz integral y pepino. La comida 4 consta de pescado con cebada, patata al horno y vegetales al vapor.
La comida 5 es lomo de cerdo, arroz integral, batata y arvejas. Para terminar el día, la sexta comida es igual al desayuno. En cada una de las 6 ingestas debe agregar 24 onzas de agua, o sea que al día, consume casi 4 litros de agua. ¡Y 20 huevos!
Aunque es riguroso con su dieta, recurre a un principio del culturismo que se llama “día trampa”. El objetivo es sorprender al organismo para que se mantenga activo y no se acostumbre siempre a los mismos alimentos. Y como su debilidad es la pizza con queso, una vez por semana ¡devora una de las grandes!