Si bien es cierto que la diabetes mellitus es una enfermedad que tiene un componente hereditario, es decir se pasa el riesgo de padres a hijos, hay más factores que influyen en si se desarrolla o no la enfermedad.
Entre estos factores se encuentra la dieta que se lleva, la actividad física que se realiza y por supuesto, si se padece alguna otra enfermedad.
El que algún familiar tuyo sea diabético no te condena irremediablemente a que tú debas padecerla también siempre y cuando lleves un estilo de vida saludable.
Hay estudios que han demostrado que los hijos de madres con diabetes mellitus al momento del embarazo tienen hasta 6 veces más riesgo de desarrollar la enfermedad en el futuro y eso tomando en cuenta que la madre tuvo un adecuado control de sus niveles de glucosa y los cuidados adecuados durante el embarazo.
Esto es similar a lo que ocurre con la diabetes gestacional, ¿la diferencia? La diabetes gestacional es una enfermedad propia del embarazo en la cual se elevan los niveles de azúcar pero que, por lo demás, el organismo se encuentra en condiciones óptimas de funcionamiento.
Posibles daños renales en mujeres diabéticas durante el embarazo
En mujeres que han padecido diabetes mellitus desde antes del embarazo, dependiendo de si el control de la enfermedad ha sido adecuado, puede haber ya cierto daño en la función de los riñones o en la circulación, lo cual puede agregar un riesgo mayor tanto para el bebé como para la madre.
¿Qué hacer? Si tienes diabetes mellitus y deseas embarazarte te recomiendo acudir con tu médico, ya sea ginecólogo, endocrinólogo o ambos para que hagan una valoración de tu estado de salud y te ayuden a controlar tus niveles de glucosa para que, si llegas a quedar embarazada, tanto tú como tu bebé tengan la mejor posibilidad de una vida saludable.
Cómo entender la diabetes tipo 2
La diabetes significa que la glucosa en la sangre, también llamada azúcar en la sangre, está muy alta. Con la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa bien la insulina.
La insulina es una hormona que ayuda a la glucosa a entrar a las células para darles energía. Sin insulina hay demasiada glucosa en la sangre. Con el tiempo, un nivel alto de glucosa en la sangre puede causar problemas serios en el corazón, los ojos, los riñones, los nervios, las encías y los dientes.
Tienes un riesgo mayor de tener diabetes tipo 2 si eres adulto mayor, tienes obesidad, historia familiar de diabetes, o no haces ejercicio.
Sufrir de prediabetes también aumenta ese riesgo. Las personas que tienen prediabetes tienen un nivel de azúcar más alto del normal pero no lo suficiente como para ser considerados diabéticos. Si estás en riesgo de diabetes tipo 2, podrías retrasarla o prevenir su desarrollo al hacer unos cambios en su estilo de vida.
Los síntomas de la diabetes tipo 2 aparecen lentamente. Algunas personas ni siquiera los notan.
Estos síntomas pueden incluir:
- Tener mucha sed
- Orinar frecuentemente
- Sentirse hambriento o cansado
- Perder peso sin proponérselo
- Tener heridas que sanan lentamente
- Visión borrosa
Un examen de sangre puede mostrar si sufres de diabetes. Un tipo de prueba, la A1c, también puede comprobar cómo estás manejando tu diabetes. Muchas personas controlan su diabetes con una alimentación saludable, actividad física y exámenes de glucosa en la sangre. Pero otras personas necesitan además tomar algunas medicinas para la diabetes.