Cada vez más padres piensan almacenar los dientes de leche de sus hijos en bancos de células madre. El objetivo es tener una reserva de células que puedan ser utilizadas para tratar diversas enfermedades que los niños puedan desarrollar.
Las células madre pueden convertirse en cualquier tipo de célula, por lo que en el futuro podrían ser utilizadas para tratar enfermedades y regenerar tejidos, explica el dentista Stephen Hamelburg.
Puntos clave
- Los dientes infantiles son una excelente fuente de células madre, las cuales pueden ser almacenadas.
- Estas pueden ser utilizadas para reparar tejidos y tratar enfermedades que los niños puedan desarrollar.
- Y también pueden ser útiles para otros miembros de la familia.
La esclerosis múltiple, la diabetes, los problemas en la médula espinal e incluso los problemas del corazón son algunas enfermedades que pueden ser tratadas con células madre.
Según el Dr. Hamelburg, una vez que los dientes se caen, el dentista los envía al banco, en este caso Store-A-Tooth, donde son inspeccionados y se les extrae la pulpa, que contiene las células madre, las cuales se congelan y almacenan.
"Los dientes se van a caer de todos modos, por lo que es una buena oportunidad almacenarlos", asegura el Dr. Hamelburg. En Store-A-Tooh, el costo inicial por el almacenamiento es de $769, que incluye el primer año, después, el costo es de $10 cada mes.
Pero los beneficios no son sólo para los niños, sino también para los padres: según un estudio presentado en la revista Cell Transplantation, las células madre de los dientes de los hijos podrían ser utilizadas para regenerar huesos y tratar problemas óseos en los padres.
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