Mantener una alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente, y no fumar son algunas recomendaciones para prevenir la diabetes.
Recientemente, un estudio halló que las personas que ya tiene prediabetes pueden reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 si complementan ese estilo de vida saludable con el consumo de vitamina D.
Puntos clave
- Un reciente estudio halló que las personas con prediabetes que toman suplementos de vitamina D pueden reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Se cree que esto es posible gracias a que la vitamina D interviene positivamente en los niveles de azúcar en sangre, la inflamación y la producción de insulina.
- Para obtener vitamina D se debe mantener una exposición regular pero moderada y cuidada a la luz solar, tener una dieta saludable, o recurrir al uso de suplementos.
Las vitaminas son sustancias que nuestro organismos necesita para desarrollarse y funcionar correctamente. Una de ellas, la vitamina D, ayuda al cuerpo a absorber calcio, uno de los principales elementos que constituyen los huesos.
Nuestro cuerpo produce vitamina D cuando la piel se expone directamente a los rayos solares. También existen productos multivitamínicos y suplementos para obtenerla, sin embargo, los profesionales recomiendan conseguirla a través de los alimentos:
- Bebidas de soja.
- Cereales.
- Cítricos.
- Lácteos.
- Hongos.
- Quesos.
- Pescados magros.
- Yemas de huevo.
La cantidad de vitamina D que se necesita a diario se calcula con una medida llamada unidades internacionales (UI). El consumo diario recomendado depende según el grupo etario:
- Infantes de 0 a 12 meses: 400 UI.
- Niños de 1 a 18 años: 600 UI.
- Adultos hasta los 70 años: 600 UI.
- Mujeres embarazadas o en período de lactancia: 800 UI.
- Adultos mayores de 70: 800 UI.
Cuando una persona no cubre durante mucho tiempo el consumo adecuado de vitamina D, puede sufrir una deficiencia, y con ello, experimentar una menor densidad ósea, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas, un mayor riesgo de raquitismo, e incluso incrementar las probabilidades de sufrir enfermedades como hipertensión, cáncer, esclerosis múltiple, o diabetes.
Es sobre esta última afección, específicamente la prediabetes, que se centró la reciente investigación publicada en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.
Relación entre la prediabetes y la vitamina D
El nuevo estudio, que incluyó a casi 45.000 participantes (con una edad promedio de 65 años) provenientes de nueve ensayos clínicos anteriores, llegó a la conclusión de que a las personas con prediabetes a las que se les suplementaba al menos 1000 UI de vitamina D podían reducir significativamente el riesgo de progresar a un diagnóstico de diabetes tipo 2.
En la prediabetes los niveles de azúcar en sangre son elevados, pero no lo suficiente para ser diabetes tipo 2. Sin embargo, distintas investigaciones estiman que, sin ningún tipo de intervención, esta afección puede convertirse en diabetes tipo 2 al cabo de 10 años aproximadamente.
La diabetes tipo 2 representa más del 90% de los casos de diabetes, y se caracteriza por que el cuerpo no es capaz de utilizar correctamente la insulina, una hormona producida por el páncreas que se encarga de distribuir la glucosa entre las células, y así entregarles energía.
La diabetes implica un mayor riesgo de desarrollar otras complicaciones de salud, como:
- Accidente cerebrovascular.
- Colesterol alto.
- Daño en los nervios.
- Daño ocular, incluida la pérdida de visión.
- Enfermedad cardíaca.
- Enfermedad del hígado graso
- Enfermedad renal.
- Hipertensión arterial.
- Amputaciones.
No es la primera vez que se explora la relación entre la vitamina D y la diabetes. Por ejemplo, un trabajo publicado en European Journal of Endocrinology halló que la suplementación con dosis altas de vitamina D mejoró significativamente la sensibilidad a la insulina y la función de las células beta en individuos con alto riesgo de diabetes o con diabetes tipo 2 recién diagnosticada.
Además, las personas con poca sensibilidad a la insulina al inicio del estudio fueron los más beneficiados por los suplementos de vitamina D. En el caso de los participantes que tenían riesgo de diabetes pero que no una poca sensibilidad a la glucosa, la vitamina no hizo ninguna diferencia.
Otro trabajo planteó que la vitamina D afecta los niveles de azúcar en la sangre y reduce el riesgo de diabetes tipo 2 ya que interviene en la producción de insulina, en la sensibilidad a la insulina y en la inflamación general.
Aunque este vínculo se muestra beneficioso, los expertos advierten que aún son necesarios más estudios para comprobar la relación entre la vitamina D y un menor riesgo de diabetes.
También recomiendan precaución al momento de consumir suplementos de vitamina D. Esto se debe a que, en exceso, pueden causar toxicidad, una afección que se caracteriza por provocar náuseas, vómitos, falta de apetitito, debilidad, pérdida de peso y estreñimiento.
Recuerda: no recurras a hierbas o suplementos con fines medicinales a menos que sea bajo recomendación y supervisión de un profesional de la salud.
¿Cómo controlar los niveles de azúcar en sangre?
Existe evidencia que demuestra que algunas simples medidas relacionadas con el estilo de vida son eficaces para mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de los valores recomendados:
Mantener un peso saludable
El sobrepeso, especialmente cuando se distribuye en la zona abdominal, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Los especialistas aconsejan perder entre 5 y 10% del sobrepeso, no recuperarlo y mantenerlo a largo plazo. Esto también puede proveer protección contra otros tipos de problemas de salud.
Tener una alimentación saludable
Comer los alimentos adecuados es útil para controlar el nivel de glucosa en sangre y ayudar a perder el exceso de peso. Entre las mejores opciones se encuentran:
- Frutas y vegetales: cítricos, frutos del bosque, manzanas, piñas, uvas, kiwis, vegetales de hoja verde, como acelga, espinaca, brócoli o kale y demás opciones sin almidón.
- Fibra: hierbas y especias, como cilantro u orégano, legumbres, como lentejas, guisantes, cacahuates, y porotos, o frutas y cereales.
- Grasas saludables: pescados, como atún, caballa, salmón, sardina y trucha, semillas o aceite de linaza, frutos secos, semillas de chía, aceites de canola, oliva o soya, y aguacate.
- Infusiones: canela, cúrcuma, fenogreco, hibisco, o jengibre.
De la misma forma que algunos alimentos son beneficiosos para prevenir la diabetes, otros pueden favorecer su aparición o empeorarla. Limita o elimina de la dieta:
- Azúcares añadidos (que suelen estar presentes en alimentos procesados).
- Productos refinados, como harina o arroz blanco.
- Refrescos, sodas o jugos industriales.
- Carne roja, especialmente las procesadas, y embutidos.
Hacer ejercicio
La actividad física cumple una doble función para prevenir la diabetes tipo 2, ya que aumenta el consumo de glucosa por parte del organismo, y, estimula las fibras musculares, favoreciendo el transporte de azúcar al interior de las células.
Prueba con montar en bicicleta, nadar o incluso caminar.
Aunque todo tipo de movimiento se muestra positivo al momento de prevenir la diabetes tipo 2, los mayores beneficios se ven en actividades de intensidad moderada.
Los expertos advierten que las personas sedentarias o con sobrepeso que empiecen a hacer ejercicio, comiencen de menor a mayor intensidad, para evitar complicaciones.
Evitar el consumo de tabaco
La nicotina y ciertas sustancias químicas que se hallan en los cigarrillos dañan a las células, causan inflamación, afectan la respuesta a la insulina y aumentan el riesgo de incrementar la grasa abdominal, todos factores de riesgo de la diabetes tipo 2.
Fuentes consultadas: Asociación Estadounidense de Diabetes, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, European Journal of Endocrinology, The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.