El reciente descubrimiento de una proteína denominada TRIM59 podría ayudar a los científicos a encontrar una manera para detener la migración de células de cáncer de mama a otras partes del cuerpo, antes de que comience una metástasis.
La investigación, publicada en la revista PLoS Biology, fue encabezada por el doctor Yubin Zhou, profesor asociado del Instituto de Biociencias y Tecnología de la Universidad Texas A&M.
Las muertes por cáncer ocurren con frecuencia debido a la metástasis, que es la migración del cáncer de su lugar original a tejidos cercanos y posteriormente a órganos distantes.
Las células cancerosas cambian de forma y estructura y adoptan diferentes patrones de migración para luego privar al cuerpo humano de los nutrientes que requiere para sobrevivir.
Una vez que se propagan, las células cancerosas son extremadamente difíciles de controlar; la enfermedad puede haber entrado a una fase de remisión, pero generalmente no puede ser curada.
Aunque no causa la mayor cantidad de muertes, el cáncer de mama fue el más común en los Estados Unidos durante el año 2018. Los investigadores consideran que la proteína TRIM59 es clave para determinar el “modo migratorio” del cáncer de mama.
Zhou señala que al combinar los datos de los pacientes con el Atlas del Genoma del Cáncer “descubrimos que la proteína TRIM59 está a menudo fuera de control en las personas con cáncer de mama metastásico, una característica que va correlacionada con una baja tasa de supervivencia del paciente”.
La habilidad de la célula para cambiar su morfología es crucial para el movimiento de las células cancerosas y la metástasis. Las células cancerosas tienen por lo menos tres maneras de desplazarse a través del cuerpo, dependiendo del ambiente que las rodea y de la velocidad de la migración.
Un grupo de proteínas llamado “motivo tripartito” (TRIM, por sus siglas en inglés) desempeña un papel fundamental para regular la estabilidad de las proteínas involucradas en la migración de células. Por lo tanto, el estudio de proteínas TRIM en el desplazamiento del cáncer y la metástasis podría ser clave para evitar la propagación de la enfermedad.
Los investigadores también descubrieron que la TRIM59 interactúa directamente con el modulador PDCD10, que controla la morfología de la célula y la metástasis de las células cancerosas.
“Poner en la mira la interacción TRIM59/PDCD10… podría darnos una nueva manera de eliminar o parar el crecimiento de células cancerosas primarias y metastásicas, y probablemente también evitar las malformaciones cerebrales cavernosas”, dice el investigador Peng Tan, quien es un exalumno del Instituto de Biociencias y Tecnología de la Universidad Texas A&M.
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