El pie de atleta o tinea pedis
Es la aparición de un cierto tipo de hongos en los pies, principalmente entre los dedos, aunque también se puede extender a otros sectores, incluso las uñas.
Para combatirlos puedes realizar pediluvios con agua tibia y jabón o algún fungicida, al menos una vez al día pero luego tienes que tomar la precaución de secar muy bien tu piel. Es importante cambiar frecuentemente las medias si transpiras mucho los pies, y en este caso las mejores son las más absorbentes, de lana o algodón.
Puntos clave
- Los baños con agua tibia y una cucharadita de sal son muy efectivos para ablandar callos y durezas en las manos o los pies
- Los dolores articulares en las manos se reducen con baños diarios de agua tibia o masajes con aceites terapéuticos.
- Los pies doloridos se alivian con un baño con agua tibia mezclada con una cucharada sopera de sal.
Siempre que puedas es muy bueno que dejes los pies al aire durante cortos períodos durante el día, pero evita caminar con los pies descalzos para no contagiar a otros habitantes de la casa. Lo mejor es el calzado abierto como sandalias u ojotas, y el calzado deportivo debe ser lavado frecuentemente con algun producto antihongo.
Callos y callosidades en las manos y los pies
Se trata de un engrosamiento que produce la piel a modo de protección. Generalmente estas durezas desaparecen cuando cesa la fricción que las causó pero mientras tanto puedes utilizar cremas y realizar cuidados como baños de parafina, abrasión con cepillos y piedra pómez y el uso de guantes o parches para proteger la zona.
Una vez a la semana es aconsejable realizar un tratamiento sumergiendo la parte afectada en agua tibia, que ayudará a ablandar un poco las durezas. Luego se utiliza una herramienta específica para removerlas o bien se procede a frotar la zona con una piedra pómez o abrasiva.
Otro procedimiento muy efectivo consiste en exfoliar con un preparado casero con dos cucharadas de crema de manos mezcladas con una cucharadita de azúcar; que se aplica sobre las durezas con un masaje enérgico para desprender las células muertas.
También puedes utilizar un torno manual con un pequeño disco de lija fina que remueve las células muertas con rápidos movimientos circulares.
Recetas caseras para tratar callos y callosidades
- Ajo: machacar un diente de ajo y agregar media cucharadita de aceite de oliva. Aplicar sobre la zona afectada y cubrir con una gasa. Dejar actuar dos horas y frotar con piedra pómez.
- Aspirinas: triturar 5 o 6 aspirinas y mezclarlas con una cucharada de agua y una de jugo de limón. Colocar sobre el callo y envolver con una toalla caliente durante 10 minutos. Luego frotar con piedra pómez.
- Manzanilla: remojar los pies en una infusión preparada con cuatro cucharadas de manzanilla y un litro de agua.
- Pan y vinagre: empapar en vinagre de manzana una miga de pan durante dos días. Remojar la zona endurecida en agua tibia y luego aplicar la miga de pan sujetándola con una gasa. Dejar actuar toda la noche y repetir tres días seguidos.
- Cebolla: todas las noches antes de acostarse, frotar la zona de las durezas con un trozo de cebolla. Repetir esta operación durante varios días, hasta que el callo desparezca.
- Tomate:triturar el tomate hasta formar una pulpa, colocarla sobre la dureza y envolver con una gasa. Realizar esta operación todas las noches hasta que el callo desaparezca.
Pie diabético
Los pacientes diabéticos tienen deficiencias en su sistema circulatorio y las heridas les resultan muy difíciles de sanar, especialmente en la zona de los pies.
Se debe prestar atención hasta de la menor lastimadura, ampolla, callos o durezas; estos últimos no deben ser eliminados con un elemento filoso sino con una piedra pómez.
Es importante mantener una rutina de higiene de los pies, lavándolos a diario con agua y jabón, evitando el uso de agua demasiado caliente que puedan llegar a producir irritación. Lo mejor es utilizar un humectante a prueba de agua para prevenir la sequedad de la piel y talones resquebrajados y usar medias de algodón o lana que mantengan secos los pies.
Al cortar las uñas de los pies, hay que hacerlo en forma recta y con un alicate afilado y de buena calidad, nunca con tijeras.
Talones agrietados
Se pueden combatir con cremas, lociones, spa de pies, baños de parafina, abrasión con cepillos y piedra pómez y parches para proteger la zona.
Una vez a la semana es aconsejable un spa sumergiendo las extremidades en agua tibia, que ayudará a ablandar un poco las durezas de la piel, que no son más que células muertas acumuladas. Luego se utiliza una herramienta específica para remover las callosidades o bien se procede a frotar la zona con una piedra pómez o abrasiva.
Otro procedimiento muy efectivo consiste en exfoliar con un preparado casero con dos cucharadas de crema de manos mezcladas con una cucharadita de azúcar; se aplica sobre los pies con un masaje enérgico para desprender las células muertas.
En todos los casos se enjuagan bien los pies y se secan cuidadosamente antes de aplicar una crema humectante bien espesa. Si el tratamiento se realiza antes de ir a dormir, conviene colocarse medias de algodón, para favorecer el ingreso del humectante a las capas más profundas de la piel durante la noche.
Juanetes o Hallux Valgus
Se producen cuando el dedo gordo del pie se comprime con frecuencia y se desvía hacia el dedo contiguo. Para tratarlos hay que cuidar muy bien los pies ni bien aparecen los primeros síntomas y utilizar calzado amplio que no presione los dedos.
En el caso de sentir mucho dolor son muy buenos y relajantes los pediluvios con agua tibia y una cucharada de sal gruesa, que servirán para relajar la zona.
Espolones y fascitiis plantar
Son dolores en los talones que aparecen ante traumatismos como saltar o correr en terreno muy duro o áspero. En este caso hay que desinflamar la zona aplicando hielo varias veces por día y hacer reposo intentando no pisar para permitir que la zona se relaje.
Dolores articulares en las manos
Se pueden atenuar sumergiéndolas diariamente en agua tibia con una cucharadita de sal. Los masajes con algún aceite terapéutico como el romero también son muy aconsejables, y siempre se debe evitar cargar objetos pesados para no traumatizar más las articulaciones.