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Las manos y los pies también hablan de ti

  • Tus manos hablan de ti

Tus manos deben estar siempre prolijas, con las uñas limpias y arregladas y si gustas llevarlas pintadas, es importante que el color esté impecable, sin saltaduras o faltantes. 

No es necesario que tengas asistencia perfecta con la manicura ya que puedes arreglarlas en casa con un buen set de limas, empujadores y alicates, y así podrás remover las durezas y piel muerta. 

Puntos clave

  • Las manos suelen hablar de tu aspecto en general, por eso es tan importante que las tengas siempre prolijas y arregladas.
  • Una buena lima, una piedra pómez y un alicate de buena calidad te ayudarán a ser tu propia manicura.
  • Para tener unos pies prolijos, sólo basta con exfoliar las durezas, limar bien las uñas y aplicar una capa de esmalte. 

Paso a paso 

Como primer paso puedes limar las uñas con una lima de cartón de grano medio, que son las más adecuadas. 

Luego continúas arreglando las cutículas y piel del contorno pero para ello, debes colocar previamente las manos en remojo en agua tibia con un chorrito de shampoo para el cabello, que te ayudará a remover la piel y retirarla más fácilmente. 

Una vez que la piel está blanda procedes a empujar las cutículas con un poquito de crema de manos y a cortar el excedente a ambos lados de la uña. 

Los dermatólogos aconsejan no eliminar totalmente las cutículas en el nacimiento de la uña ya que éstas sirven como protección para evitar que ingresen partículas e impurezas. 

Suele suceder que esta piel luego se deshilacha y se terminan lastimándose los dedos, que quedan con un look desflecado que malogra todas tus intenciones de que tus manos se vean bien.

Cuando tus uñas y dedos estén prolijos, puedes pasar al tratamiento de exfoliación, que consiste en utilizar una crema abrasiva para retirar las células muertas de la piel, dejar que los poros respiren y recuperar la tersura de tus manos. 

Si tienes callos en la palma de las manos las puedes frotar con piedra pómez o un cepillito de cerda para ir reduciéndolos paulatinamente. 

Los productos que puedes utilizar para exfoliar las manos son las cremas específicas o prepararlas tú mismas mezclando una crema humectante corporal con una cucharadita de arena fina, sal fina de mesa o también azúcar. 

Todos estos ingredientes servirán para pulir la superficie de tu piel y eliminar suavemente las impurezas. 

Una vez que tu piel esté limpia y suave, debes enjuagarla muy bien, aplicar una crema humectante de buena calidad y terminar con una o dos capas de esmalte para que tus uñas se vean prolijas y atractivas.

El turno de los pies

En el caso de los pies, es un poco más complicado pero también puedes limar las uñas con lima de cartón de grano medio y luego sumergirlos en agua tibia con una cucharadita de sal gruesa. 

Así lograrás que tus pies se relajen y que la piel se ablande para poder retirar las durezas y excedentes con ayuda de una herramienta específica como la escofina y el alicate, o bien frotar la zona con una piedra pómez o abrasiva si tienes callosidades o grietas en los talones.

Luego conviene exfoliar la piel con una crema específica o utilizar un preparado casero con dos cucharadas de crema de manos mezcladas con una cucharadita de azúcar, sal fina o arena fina. 

Lo aplicas sobre las durezas con un masaje enérgico para desprender las células muertas y si te animas, puedes utilizar un torno manual con un pequeño disco de lija fina que remueve las células muertas con rápidos movimientos circulares.

En todos los casos se enjuagan bien los pies y se secan cuidadosamente antes de aplicar una crema humectante bien espesa.

Una vez completado este paso ya puedes proceder a aplicar el esmalte para que las uñas de tus pies se vean prolijas y atractivas. 

Si te animas a los colores oscuros, es aconsejable colocar unas motitas de algodón entre los dedos antes de pintar para que no se encimen unos con otros y malogren el resultado mientras el esmalte está fresco.

Si tienes la piel de los pies muy reseca y dañada puedes hacer un tratamiento shock que consiste en colocar una crema bien espesa antes de ir a dormir y un par de medias de algodón que favorecerán el ingreso del humectante a las capas más profundas de la piel durante la noche. En el caso de que no mejore con esta ayuda, lo mejor será que consultes al podólogo que procederá a eliminar las capas de piel muerta con ayuda de un bisturí.

Tratamientos caseros

Hay algunos tratamientos que puedes realizar en casa con ingredientes sencillos que usamos a diario, y que te ayudarán a mejorar tus pies:

  • Ajo: machacar un diente de ajo y agregar media cucharadita de aceite de oliva. Aplicar sobre la zona afectada y cubrir con una gasa. Dejar actuar dos horas y frotar con piedra pómez.
  • Aspirinas: triturar 5 o 6 aspirinas y  mezclarlas con una cucharada de agua y una de jugo de limón. Colocar sobre el callo y envolver con una toalla caliente durante 10 minutos.  Luego frotar con piedra pómez.  

Manzanilla: remojar los pies en una infusión preparada con cuatro cucharadas de manzanilla y un litro de agua.

  • Pan y vinagre: empapar en vinagre de manzana una miga de pan durante dos días. Remojar la zona endurecida en agua tibia y luego aplicar la miga de pan sujetándola con una gasa. Dejar actuar toda la noche y repetir tres días seguidos.
  • Cebolla: todas las noches antes de acostarse, frotar la zona de las durezas  con un trozo de cebolla. Repetir esta operación durante varios días, hasta que el callo desparezca.
  • Tomate: triturar el tomate hasta formar una pulpa, colocarla sobre la dureza y envolver con una gasa. Realizar esta operación todas las noches hasta que el callo desaparezca