Estudian el aumento del cáncer en Latinoamérica por COVID

Un equipo de científicas hispanas está analizando el impacto que la pandemia de COVID-19 está teniendo en el aumento de casos de cáncer, y muerte por esta enfermedad, en Latinoamérica.

Aseguran que la brecha en el diagnóstico y tratamiento del cáncer en la región ya era grande, y que el coronavirus la ha agrandado.

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El estudio HOLA COVID-19 (Hematology Oncology in Latin America) analiza esa interrupción que, aseguran, podría derivar en más muertes.

"Entre los latinos, la tasa de detección del cáncer ya es baja y COVID-19 puede haber empeorado significativamente esta situación. Nuestro estudio busca resaltar las barreras y luchas que los hematólogos y oncólogos han enfrentado durante esta crisis de salud", informa el equipo.

Para analizar el impacto que ha tenido la pandemia en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, el equipo lanzó una encuesta el 4 de agosto, en inglés, español y portugués, enviada a especialistas de casi todos los países de Latinoamérica, que se respondió a lo largo de cuatro semanas.

Ahora, este material está en etapa de análisis, con la meta de tener respuestas durante el otoño del hemisferio norte.

En un editorial en The Cancer Letter, las líderes del estudio reflexionan: "el rápido brote de SARS-CoV-2 ha cambiado la forma en que se brinda la atención médica en los países del primer mundo; la atención del cáncer no es una excepción y es un tema de gran preocupación, dada la importancia de la puntualidad de las intervenciones en los resultados. El estudio HOLA nació de la preocupación por cómo la pandemia en curso ha afectado la atención del cáncer en nuestros países de origen".

Agregan que "como hispanas en medicina, queremos dar voz a nuestros colegas en América Latina y compartir los desafíos que enfrentan durante COVID-19, particularmente con respecto a la atención del cáncer".

Como ejemplo de un cáncer de alta incidencia, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se diagnostican cada año en la región 462,000 casos de cáncer de seno, y ocurren cerca de 100,000 muertes a causa de esta enfermedad.

La OPS, que produce campañas de detección y concientización en los países de la región y ayuda a los países en sus programas nacionalesde cáncer, asegura que hay un subdiagnóstico sistemático en la detección rpecoz del cáncer y en tratamientos que pueden salvar vidas.

Las autoras del estudio HOLA buscan documentar la zanja aún mayor generada por COVID-19, y esperan lanzar datos concretos sobre esta crisis en los próximos meses.

COVID en Latinoamérica y el Caribe

Hasta el 14 de septiembre, se registraban más de 8.3 millones de casos de COVID-19 en Latinoamérica y el Caribe, con más de 310,000 muertes, según los datos del Centro para Sistemas de Ingeniería y Ciencia de la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, Maryland.

Los países que presentan más casos en la región son Brasil, Colombia, Perú, México y Argentina: están entre los 10 primeros a nivel mundial.

Con los sistemas de salud al borde del colapso, la interrupción de la atención médica regular está interrumpida casi desde el comienzo de la pandemia, lo que ha derivado en atrasos de tratamientos ya establecidos, ni que hablar de los nuevos, o de los que nunca llegan al cnsultio o al hospital.

Crisis de salud... y económica

Líderes de la región están muy preocupados sobre cómo se superará la enorme crisis económica que esta pandemia está generando, en una zona del globo ya emprobecida y plagada de inequidades.

En Latinoamérica viven más de 430 millones de personas. Alrededor de una décima parte ya está severamente empobrecida, y una estimación muestra que otros 35 millones podrían estar cayendo en la pobreza en este mismo momento como resultado de la pandemia. 

Aún en cuarentena, el riesgo para las familias pobres es mayor, con viviendas precarias y en muchos casos falta de agua potable.

Más del 50% de la población de la región trabaja en lo que se llama la economía informal: vendedores ambulantes, músicos callejeros, trabajos sin beneficios, que los obliga a seguir trabajando, colocándolos en mayor riesgo de contagio, lo que hace que esta situación sanitaria los ponga aún más al borde del abismo.

Este grupo no tiene las ventajas de los que tienen empleos formales, por empezar, un seguro de salud.

Esto sumado a otros males endémicos en la región como el dengue, la fiebre amarilla y el mal de Chagas.