La mayoría de los adultos estadounidenses tienen una salud cardiovascular deficiente y hoy en día más personas corren el riesgo de padecer ataques cardíacosy accidentes cerebrovasculares que una generación anterior, según un estudio publicado en Annals of Internal Medicine.
Investigadores de la Universidad de California (UCLA) y de la Universidad de Washington estudiaron datos de de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) de 1988 a 2014 y descubrieron que la mayoría de los estadounidenses tienen una salud cardiovascular inferior a la óptima. Si bien aún existen disparidades raciales, la brecha se ha reducido debido al deterioro de la salud cardíaca entre las personas de raza blanca.
El estudio se limitó a blancos, afroamericanos y mexicoamericanos y exploró las diferencias en los factores y comportamientos de salud del programa Life's Simple 7 (LS7) (presión arterial, colesterol, hemoglobina A1c, índice de masa corporal, actividad física, dieta y tabaquismo) y una puntuación compuesta para una salud cardiovascular óptima.
Los investigadores encontraron que las tasas de salud cardiovascular óptima permanecen por debajo del 40 por ciento para los blancos, del 25 por ciento para los mexicoamericanos y del 15 por ciento para los afroamericanos. Las disparidades de salud entre los blancos y los afroamericanos han persistido pero han disminuido con el tiempo debido a la reducción de la salud cardiovascular óptima entre los blancos de todas las edades.
La investigación incluyó aproximadamente 21,000 personas de raza blanca, 10,400 afroamericanos, 4,000 estadounidenses de origen mexicano nacidos en Estados Unidos y 5,500 mexicanos-estadounidenses nacidos en otros lugares.
Cambios a través de los años
Entre 1988 y 1994, el número de estadounidenses afroamericanos de entre 25 y 44 años que tenían una salud cardíaca "óptima" era un 22 por ciento más bajo que los estadounidenses blancos. Para los estadounidenses afroamericanos de 65 años o más, era un 8 por ciento más bajo que los estadounidenses blancos en el mismo período. Esas cifras han cambiado, pero aquellos que tenían una buena salud cardíaca disminuyeron para ambos grupos raciales, según el estudio.
En tanto, en el período 2011-2014, sólo el 10.6 por ciento de los estadounidenses blancos y el 3.8 por ciento de los estadounidenses afroamericanos calificaron en un nivel de salud cardíaca "óptima".
Durante casi 30 años, no más del 15 por ciento de los estadounidenses afroamericanos o el 40 por ciento de los estadounidenses blancos tuvieron en algún momento una salud cardiovascular "óptima".
El grupo también analizó a los mexicoamericanos, tanto los nacidos en Estados Unidos como en otros lugares. Independientemente del lugar de nacimiento, no más del 25 por ciento calificó con una salud cardiovascular "óptima" en algún momento. Sin embargo, un análisis más pequeño de los datos mostró que los mexicano-estadounidenses nacidos en el extranjero tenían un menor riesgo de obesidad, presión arterial alta, colesterol y diabetes.
"La evidencia reciente muestra reducciones constantes en la mortalidad por enfermedad cardiovascular para todos los grupos raciales y étnicos. Sin embargo, nuestros hallazgos de control subóptimo de los factores de riesgo en la población en general y la disminución de la salud cardiovascular entre los blancos y algunos adultos jóvenes puede presagiar tasas más altas de enfermedad cardíaca, accidentes cerebrovasculares y resultados más pobres de estas afecciones en las próximas décadas ", escribieron Arleen Brown de la Universidad de California y sus colegas.