Nuevas opciones de medicamentos y evaluaciones detalladas para definir terapias personalizadas y más efectivas. De eso se tratan las nuevas recomendaciones para tratar el colesterol, una condición que puede aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca o un derrame cerebral
Casi 100 millones de estadounidenses tienen un colesterol total alto (superior a 200 mg/dL) y casi uno de cada tres presenta niveles altos del que es considerado "malo" porque contribuye a la acumulación de placa grasa y al estrechamiento de las arterias. Los tratamientos van desde la prevención hasta el consumo de fármacos, pero no todos los casos son iguales y eso influye en cómo se abordan.
La Asociación Americana del Corazón (AHA, por su sigla en inglés) acaba de anunciar sus nuevas directrices, la cuales “se basan en el gran cambio que hicimos en nuestras recomendaciones de colesterol de 2013 para enfocarse en identificar y abordar los riesgos de por vida de las enfermedades cardiovasculares”, dijo Ivor Benjamin, presidente de la institución.
Es cierto que un estilo de vida saludable es el primer paso en la prevención y tratamiento, pero si el colesterol es alto no se puede controlar con dieta ni ejercicios y hay que buscar otras terapias efectivas. La primera opción suelen ser las estatinas, fármacos que disminuyen los niveles de colesterol y el riesgo de enfermedades cerebrovasculares de forma segura, pero, de acuerdo a la AHA, hay otras opciones disponibles.
Las personas que ya han tenido un ataque cardíaco o un derrame cerebral y tienen mayor riesgo de tener otro, pueden comenzar con un tratamiento de estatina de intensidad máxima y ezetimibe, pero, si no funciona, se podría seguir con un inhibidor de PCSK9, otro tipo de fármaco capaz de reducir el colesterol. Todo depende de las características de cada paciente.
“En los últimos cinco años, hemos aprendido aún más sobre las nuevas opciones de tratamiento y qué pacientes pueden beneficiarse de ellas. Al proporcionar una hoja de ruta de tratamiento para los clínicos, les estamos brindando las herramientas para ayudar a sus pacientes a comprender y gestionar sus riesgos y vivir vidas más largas y saludables”, explicó presidente del Colegio Americano de Cardiología Michael Valentine.
Otra recomendación es la medición de calcio en la arteria coronaria para las personas en algunas categorías de riesgo, valor que puede ayudar a determinar la necesidad del paciente, si su estado de riesgo es incierto o si la decisión del tratamiento no es clara. En las nuevas pautas también instan a los médicos a hablar con los pacientes sobre los factores que aumentan el riesgo para que pueden brindar una perspectiva más personalizada.
Cuidar el colesterol en niños y adolescentes
La AHA explica que tener colesterol alto trae riesgos a cualquier edad, incluso durante la niñez. Por eso es de especial importancia que desde una edad temprana las personas sigan un estilo de vida saludable y comprendan que es necesario mantener a raya los niveles de colesterol.
No hay recomendaciones específicas para los más jóvenes porque no se han hecho suficientes pruebas, pero sí hay algunas sugerencias, una de ellas es practicar exámenes de forma oportuna. Hay pruebas selectivas de colesterol apropiadas para niños de dos años de edad que tienen antecedentes familiares de enfermedad cardíaca o colesterol alto. En general, se puede hacer una prueba inicial entre los nueve y 11 años de edad, y repetirse entre los 17 y los 21.
Si un niño tiene el colesterol alto tal vez no necesite tomar medicamentos, pero sí deban evaluar a sus familiares cercanos para definir su historia médica. Para prevenir y disminuir riesgos, el enfoque de vida saludable debe comenzar a una edad temprana, según la AHA. La conciencia y el tratamiento pueden salvar vidas.
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