Durante décadas, a las personas con colesterol alto se les recetaba estatinas para bajarlo. Pero el nuevo lineamiento que a fines de 2013 dieron a conocer la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Cardiólogos, cambia el modo en que los médicos deben enfocar el tratamiento.
Según las nuevas recomendaciones, el médico prescribirá la dosis adecuada de estatinas no sólo en base al resultado de laboratorio, sino al riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y accidente cerebrovascular (ACV) del paciente, que se evaluará a través de una calculadora de riesgo específico.
Puntos clave
- El impacto es enorme entre estadounidenses
- Sobre todo en personas aparentemente sanas pero con riesgo cardíaco
- En el grupo de 40 a 75 años, el aumento es casi del 50%
Para medir el alcance de esta guía, que aún genera controversia, un equipo de la Universidad de Duke realizó una proyección de cuántas personas deberán tomar estatinas ahora, luego analizó los datos por edades y condición médica. "Por nuestra estimación, es posible que haya un crecimiento como consecuencia de las nuevas directrices, de 43,2 millones de personas a 56 millones, esto es casi la mitad de la población de EE.UU. de 40 a 75 años" dijo Michael Pencina, el autor principal del estudio.
Desde ahora, un 49% de personas de 40 a 75 años deberían tomar estatinas, eso significa un incremento del 38% en esta franja.
El aumento es mucho más pronunciado entre los adultos libres de enfermedad cardiovascular que tienen más de 60 años, de los cuales al 77% se les recomendará el uso de estatinas, mientras que sólo un 48% eran tratables con esta droga, según los estándares anteriores.
Los más afectados por las nuevas recomendaciones son los hombres de entre 60 y 75 años que no están tomando estatinas y que no tienen enfermedad cardiovascular. Bajo las directrices anteriores, el 30,4% de este grupo debía tomar esta droga. Y con las nuevas directrices, el 87,4% serían candidatos para la terapia.
En las mujeres saludables de esa misma edad, se calcula que el uso aumentará del 21.2% al 53.6%.
Nuevo enfoque: la terapia preventiva
Lo llamativo del análisis es que prevé que un estimado de 1.6 millones de adultos que deberían ser tratados con estatinas según las antiguas directrices, ya no serían candidatos bajo el nuevo enfoque.
Y eso es porque los principales organismos de salud cardíaca llegaron a la conclusión de que no siempre un resultado de laboratorio que muestre el colesterol malo alto significa que uno esté en riesgo inminente de sufrir un ataque. Y por el contrario, personas con el colesterol a raya pero con otros indicadores de riesgo, deberían estar en tratamiento. El cambio de enfoque mira al paciente como un todo integral y evaluando su riesgo general.
En Estados Unidos, una de cada 6 personas tiene el colesterol alto, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), especialmente entre adultos mayores de 40 años.