En las últimas semanas los medios dieron cuenta del caso de la modelo brasileña Jennifer Pamplona que se inyectó casi 500 ml de grasa en los glúteos para lucir como Kim Kardashian.
Pamplona, de 24 años, declaró que ella quiere llegar a los 700ml de grasa. Sin embargo, los médicos le han advertido que no es posible. La modelo, sin embargo, sigue determinada. “Me dicen que mi tipo de cuerpo es demasiado pequeño para ser como el de Kim Kardashian pero seguiré luchando contra los doctores para lograr que se parezca al de ella”.
Según cifras de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética del año 2013, Estados Unidos es el país número uno en el ranking de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos para mejorar la imagen del paciente realizadas a nivel mundial, con 21.2 % de del total, seguido por Brasil, con 9.8%.
Una de las técnicas que ha cobrado popularidad para estos procedimientos estéticos es la de transferencia de grasa, como en el caso de la modelo brasileña, donde se toma grasa de una zona del cuerpo para inyectarla en otra. Las inyecciones de grasa presentan ciertos riesgos, y los pacientes deben conocerlos antes de tomar la decisión de someterse a este procedimiento.
Riesgos
Los especialistas señalan que los riesgos y complicaciones asociados con la transferencia de grasa pueden incluir diversas posibilidades, como reacciones alérgicas a la anestesia local, decoloración permanente causada por la ruptura de un vaso sanguíneo en el lugar del tratamiento o calcificación.
También puede darse un sangrado perioperatorio, formación de coágulos de sangre en el lugar donante o receptor, una infección transmitida por la sangre o la formación de tejido cicatricial. En un caso extremo, puede producirse una embolia de grasa causada por una inyección colocada de manera errónea en un vaso sanguíneo
Los pacientes también se arriesgan a quedar insatisfechos con los resultados de la cirugía. En este procedimiento en particular, es posible que se obtenga más celulitis o un aspecto asimétrico, que pueden llevar a la necesidad de una cirugía reparadora más adelante.
Caso fatal
Un paciente sueco de 30 años y en buen estado de salud falleció de un paro cardiorrespiratorio durante una cirugía de alargamiento peneano por transferencia de grasa.
Según el informe publicado en el Journal of Forensic Sciences, algunas partículas de la grasa llegaron al torrente sanguíneo y derivaron en el corazón y los pulmones del hombre y esto provocó la muerte del paciente.
La investigación posterior al fallecimiento develó que el hombre había sufrido una embolia de grasa pulmonar. La grasa inyectada había viajado a través de su torrente sanguíneo hasta los pulmones donde rompió los vasos sanguíneos del hombre. En este caso el fallo de la técnica de inoculación de grasa convirtió un riesgo potencial en un riesgo cierto y posible.
Desilusión
La desilusión con respecto a los resultados de un procedimiento de transferencia de grasa también se podría considerar un "riesgo". Es posible que la ubicación de la transferencia no sea la adecuada o la duración del efecto no sea tan duradera.
Muchas personas pueden soñar con la satisfacción que obtendría con este procedimiento, pero la recomendación es que se informen sobre los riesgos y expongan todas sus inquietudes al médico antes de someterse a un procedimiento estético de transferencia de grasa.