Te levantas de tu escritorio decidida a hacer... algo que no recuerdas. Te desesperas, intentas llenar esa laguna mental, rearmas una lista en tu cabeza de las cosas pendientes. Hasta que, en segundos, la razón por la cual te levantaste de la silla vuelve a estar clara en tu mente. Ya recordaste.
¿Qué son y por qué ocurren esos pequeños olvidos?
La pérdida de memoria temporal, especialmente en los adultos mayores, puede ser un signo incipiente de que en algún momento el Alzheimer tocará a la puerta. Sin embargo, en adultos más jóvenes, estos episodios de pequeños olvidos pueden deberse a un montón de otras causas, casi todas manejables.
Los pequeños olvidos pueden deberse a:
Estrés. El trajín diario, las múltiples tareas, logran que el cerebro se canse. Esto hace que simplemente pierda la lógica del recuerdo por unos segundos.
El mal dormir. Dormir mal (lo que en inglés se llama "sleep deprivation"), no descansar las horas suficientes afecta la memoria.
Tomar mucho alcohol. El alcohol es enemigo de varias cosas, y en especial de la memoria. Beber en exceso hace que aumenten los episodios de pequeños olvidos... empezando por lo que pasó la noche anterior.
Una hipertensión no tratada. Si la presión está alta y no se toma medicación, esto puede afectar el flujo de la sangre al cerebro y causar pequeños olvidos.
Algunos medicamentos. Si se está tomando remedios para el dolor, o antihistamínicos, entre otros, hay que consultar con el doctor porque pueden causar estos incómodos olvidos.
Fuentes: Neurology.org; Harvard Medical School.