Las bocas se acercan. Se buscan. Faltan apenas segundos para el encuentro cuando la sensibilidad de los labios causa un cóctel de químicos en el cerebro que produce un placer natural.
Este cóctel tiene tres componentes esenciales: dopamina, oxitocina y serotonina, una combinación de sustancias que generan placer, y pueden volverse adictivas.
Pero besar no es solo un acto romántico. O sexual. De hecho, estudios científicos indican que ayuda a mejorar la salud en general, a balancear la presión arterial y a perder peso, entre otros beneficios comprobados.
En las culturas occidentales, marcamos el comienzo del camino romántico con el toque de labios, como un barómetro de la compatibilidad sexual. Pocas acciones están tan cargadas de ansiedad y simbolismo como el primer beso, y no es exagerado decir que algunos besos se sienten como la vida o la muerte.
Y no se trata de una aseveración exagerada: un beso puede matar, en el sentido más médico, poco romántico y no metafórico. Meter la lengua en la boca de otra persona durante 10 segundos puede transmitir 80 millones de bacterias, según un estudio de 2014.
La saliva es un líquido claro que se fabrica en tu boca las 24 horas del día, cada día, explica la Fundación Nemours. Así como ayuda en el proceso digestivo y a mantener limpios los dientes, también es como una zona de tránsito por la cual entran y salen gérmenes.
Sin embargo, no todos son gérmenes, e incluso estos microorganismos a veces pueden resultar útiles. La ciencia ha comprobado que el mecanismo de besar también:
Libera hormonas "felices"
El acto físico de besar baja los niveles de cortisol, la hormona vinculada al estrés.
La sobrecarga de cortisol en el organismo no solo puede provocar que el estrés se vuelva crónico, sino que puede volver disfuncionales casi todos los procesos que involucran al buen funcionamiento del cuerpo humano.
Varios estudios han explorado este potencial del acto de besar y han comprobado que controlando el balance de cortisol, se logra que la persona se sienta relajada y mejor consigo misma.
Ayuda a consolidar una relación
Cuando dos personas se besan, de alguna manera no solo están consolidando un gusto o deseo físico, sino también los niveles de satisfacción en una relación, indican terapeutas de pareja.
Algo especialmente importante en una relación de largo plazo, según varios estudios. Es habitual que, cuando una relación está en crisis o decayendo, uno de los miembros de la pareja se queje de que "ya no me besa como antes".
El beso es el contacto físico por excelencia, permitido en público (al menos en la mayoría de los países del mundo occidental), y quizás el acto más rutinario de romanticismo. Un beneficio para el mantenimiento de una buena salud mental.
Un trabajo de 2020 publicado por la Asociación Americana de Psicología, documenta este efecto analizando el rol del beso en parejas estables en un estudio realizado con 1,605 participantes. En su conclusión dice que "los resultados indicaron que la frecuencia de los besos era un fuerte indicador tanto de la calidad sexual específica como de la conectividad global de la relación y puede ser una variable prometedora para utilizar como termómetro tanto de la calidad más inmediata de las relaciones sexuales como de la calidad general de la relación".
Impacta positivamente en la autoestima
Según un estudio de 2016, el besar impacta positivamente en la autoestima. En parte esto ocurre por lo dicho antes: que los besos bajan el nivel de la hormona del estrés (cortisol) y son parte del proceso de consolidación de una relación.
El sentirse deseado libera químicos en el cerebro y el cuerpo en general que producen sensación de placer pero también de consolidación.
Mantiene fuertes los músculos faciales
Los besos simples usan tan solo 2 músculos y queman solo de 2 a 3 calorías, mientras que los besos apasionados pueden involucrar hasta 23 a 34 músculos faciales y 112 músculos posturales. El acto de besar consume entre 5 y 26 calorías por minuto, revela un estudio publicado en The American Journal of Medicine.
Otros trabajos han comprobado una razón de enorme peso para hacer del besar un deporte: este incesante ejercicio muscular también colabora con el fortalecimiento de las capas cutáneas de la cara, lo que dispara un efecto anti arrugas.
Fortalece el sistema inmune
El intercambio de saliva puede aumentar la inmunidad de una persona, al exponerla a nuevos gérmenes que fortalecen su sistema inmunológico.
Un estudio de 2014 encontró que las parejas que se besan con frecuencia comparten la misma flora microbiana en su saliva y en su lengua.
Dilata los vasos sanguíneos, lo que ayuda a equilibrar la presión arterial
Al besar, se acelera el ritmo cardíaco, lo que logra una dilatación de los vasos sanguíneos. Esto genera que el flujo de la sangre aumente y cause una baja de la presión arterial.
Para los hipertensos es perfecto. Pero no para los que tiene de por sí la presión arterial baja.
Tal vez por eso, las heroínas de las películas de antaño se desmayaban al ser besadas: el beso las volvía hipotensas.
La otra cara de la moneda: enfermedades transmitidas por besos
Mononucleosis. Conocida como la "enfermedad del beso", porque su principal vía de trasmisión es la saliva, la mononucleosis es una infección viral con alta incidencia en adolescentes. Los síntomas, explica la Clínica Mayo, son, entre otros: fatiga, falta de apetito, dolor de cabeza y fiebre alta.
Citomegalovirus. Es una infección viral con síntomas y forma de trasmisión similares a la mononucleosis: a través de saliva, fluidos y sangre. Los síntomas se parecen a los de una gripe fuerte, y, aunque no suele transformarse en un mal mayor, sí puede generar complicaciones en mujeres embarazadas.
Gingivitis. Aunque es una enfermedad bacteriana que afecta la placa dental y no se define como "contagiosa", según la American Dental Association, si besas a una persona con gingivitis, y no cuidas tus dientes, las bacterias que llegan "de visita" a tu boca pueden comenzar a lesionarlos.
Infección por estreptococo. Conocida también como "strep disease", esta enfermedad bacteriana contagiable a través de besos causa una infección en la garganta. Genera plaquetas, dolor de garganta y síntomas similares a los de una angina.
Herpes. El llamado "herpes labial", ampollas de color rojo en los labios, es causado por un virus altamente contagioso llamado herpes simple. Se puede contraer incluso por besos que no sean tan profundos, apenas un roce de labios.
Enfermedades de transmisión sexual. Según la American Social Health Association, está documentado que los virus de enfermedades como la gonorrea, el mismo herpes y la sífilis pueden estar presentes en la saliva. Por lo que, afirman, pueden contraerse a través de besos.
Verrugas. Las verrugas en la boca pueden aparecer por un beso. Estas protuberancias son causadas por una de las formas del Virus del Papiloma Humano (VPH), que es altamente contagioso. La verruga no representa un grave problema de salud, pero sí tiene un costo estético.
Caries. Y las caries... también. Muchas de las bacterias que provocan el deterioro dental pueden llegar a tu boca a través de besos. Lo positivo es que la saliva, propia o ajena, si es saludable, lucha contra bacterias, virus y hongos.
La American Dental Association indica que cualquier riesgo de adquirir enfermedades por besar se minimiza si se tiene una buena higiene bucal. Los dientes sucios y las heridas en las encías son una invitación para los gérmenes.
Fuentes: British Council, Penn Medicine, Universidad de Berkeley, Science magazine, MedlinePlus.