Las grandes ciudades podrían exponer a las personas a más peligros de los que se sabía hasta ahora. Científicos de la Universidad de Harvard comprobaron a través de escáneres cerebrales que las personas mayores expuestas a niveles más altos de las partículas que liberan los automóviles en las grandes ciudades, tienen un mayor riesgo de mini-accidentes cerebrovasculares (ACV) y un menor volumen cerebral, en comparación con los que viven en zonas menos contaminadas.
Los investigadores incluyeron en su estudio a 900 adultos mayores de 60 años y compararon a los que viven en zonas contaminadas con los que habitan en lugares de aire más limpio; así comprobaron que los primeros tenían un 46 % más de riesgo de padecer mini-apoplejías y una reducción del 0,32% en el volumen cerebral.
Los nuevos hallazgos son "provocativos", dijo la líder del estudio, Elissa Wilker, y agregó que ellos no se explican bien todavía cómo la contaminación podría estar dañando el cerebro, "esa es la pregunta del millón de dólares" dijeron. Pero sí saben que es un efecto lento y sutil.
"Creemos que al respirar esas partículas que inflaman los pulmones, también se produce inflamación a nivel cerebral" es la teoría de los científicos.
Y mientras que otras investigaciones han sugerido una posible relación entre la contaminación y la salud del cerebro, ésta es la evidencia más fuerte encontrada hasta ahora del daño que provoca a largo plazo, dijeron los autores del estudio publicado en Stroke.
Los "mini-movimientos o mini ACV no causan tanto daño como un AVC mayor, pero a veces pueden ser peligrosos según la zona del cerebro donde se producen", dijo Beate Ritz, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Y agregó que si bien la contaminación no deja incapacitadas a las personas, puede disminuir su calidad de vida.
Pero además, la polución puede provocar algunos síntomas en las personas. "Puedes sentirte un poco mareado hoy y luego perder un poco de visión mañana. La gente tiende a atribuir al envejecimiento lo que en realidad puede ser efecto de la contaminación” concluyó Ritz.