Valery Spiridonov (foto) tiene una enfermedad degenerativa incurable y reveló a la publicación MailOnline sus intenciones de ser el primer hombre en someterse a un trasplante de cabeza. Estima que la cirugía tendrá lugar en 2016, cuando Sergio Canavero, el neurocirujano que lo atiende, considere que ya cuenta con los avances científicos y tecnológicos necesarios para la intervención.
El doctor Sergio Canavero, que trabaja en la universidad italiana de Turin, asegura que es posible cortar una cabeza para fijarla a otro cuerpo sano. Y tendrá la posibilidad de demostrarlo gracias a la decisión de Spiridonov, quien afirma que no planea cambiar de parecer. El principal motivo es que tiene una rara enfermedad genética que afecta sus musculos, conocida como Werdnig-Hoffman, que cada año degenera más y más su organismo.
“Por supuesto que tengo miedo, pero también es algo muy interesante”, declaró este experto en computación desde su casa en Vladimir, una ciudad a 120 millas de Moscu. “Tienen que entender que no tengo muchas chances, y si no tomo ese riesgo mi futuro va a ser muy triste ya que cada año mi salud empeora", "Tengo una vida y también familia, ellos apoyan mi decisión", agregó.
Mientras tanto el neurocirujano Canavero explicó a CNN que el procedimiento se conoce con el nombre de HEAVEN, por la unión de los términos head anastomosis venture, que aluden a la unión de elementos anatómicos de la cabeza.
En un estudio del Grupo Avanzado de Neuromodulación de Turín, el doctor Canavero explicó que en 1970 se hizo la primera unión cefalosomática en un mono. Pero en aquel entonces no existía tecnología para reconectar la médula espinal. En ese documento explica que lo logra mediante fusógenos, unas sustancias especiales para la fusión de membranas.
Muchos científicos sostienen que la idea es pura fantasía y está más relacionado con los experimentos estilo Frankestein. Arthur Caplan, director de Ética Médica en el Centro Médico de la Universidad Langone de Nueva York, declaró a Mail Online que Canavero “está loco”. A su vez el doctor Hunt Batjer, presidente de la Asociación Americana de Neurocirujanos comentó a CNN que no le desearía pasar por eso a nadie. “No permitiría a nadie que me haga algo así, ya que hay un montón de cosas peores que la muerte", aseguró.
El costo de la operación de 36 horas ronda los $11 millones de dólares, y tendrá que llevarse a cabo en uno de los hospitales más avanzados del mundo. Para la intervención se necesita el cuerpo de un donante sano, pero con muerte cerebral.
Durante la operación se separa la cabeza del cuerpo del donante y se fija al del receptor con un adhesivo para fundir los dos terminales de la médula espinal. Los músculos y canales circulatorios se conectan mediante suturas. Una vez hecho el trasplante el paciente debe permanecer en coma inducido para evitar que el sistema inmune genere un rechazo. Mientras tanto se le van dando pequeños shocks eléctricos para estimular la médula y fortalecer las conexiones entre la cabeza y el nuevo cuerpo.
En el trasplante del mono realizado por el doctor Robert White, el animal murió a los 8 días porque no logró respirar por si mismo y además rechazó la cabeza recibida. Según el doctor Batjer, las pruebas de White no dan evidencia de que puedan funcionar en los humanos.
Mientras tanto en China ya están haciendo ensayos de trasplante de cabeza en roedores. Así se podrá seguir avanzando en esta práctica que parece salida de una película de ciencia ficción...pero que se acerca a pasos agigantados hasta nuestros días.