Cáncer: aprende a reconocer las señales anormales de tu seno

Muchas mujeres reciben el diagnóstico de cáncer de mama luego de obtener los resultados de la mamografía de rutina que se practicaron y hasta ese momento no habían advertido ninguna señal que pudiera prepararlas para ese nuevo panorama. Laura Spring, del Hospital General de Massachusetts en Boston, Estados Unidos, cree que es muy importante que las mujeres aprendan a reconocer signos anormales en su seno y que puedan a partir de allí distinguir cambios que puedan experimentar sus mamas.

Spring recuerda que hay algunas señales de advertencia que deben tenerse en cuenta cada vez que te hagas el autoexamen: un bulto, dolor persistente en una zona que no desaparece, y endurecimiento o engrosamiento alrededor de la mama y la axila. 

Descubrir el cáncer de seno tan pronto como sea posible te dará más probabilidades de que tu tratamiento sea eficaz. | Foto: ISTOCK

El profesor del Centro Médico de la Universidad de Stanford, Douglas Blayney, añadió que los pacientes pueden experimentar, además, debilidad, dolor en los huesos y hasta fracturas si el cáncer ya se ha propagado.

El relleno de la piel, cuando "empieza a parecerse a una naranja pelada", es inusual, advierte Parvin Peddi, oncólogo de UCLA Health. Ese puede ser un signo de un cáncer por debajo que está tirando de la piel.

Que del pezón fluya sangre u otro líquido es otra señal sobre la que hay que estar alerta, dijo Adam Brufsky, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh.
Margaret Chen, cirujana de mama en el NewYork-Presbyterian / Columbia University Medical Center, dijo que la asimetría y el dolor son síntomas menos comunes de cáncer. Destacó la importancia de las mamografías de rutina, ya que a menudo no hay señales de advertencia.

Enrojecimiento de la piel y sensación de calor en el pecho son otros síntomas de cáncer de mama y lo aconsejable es que vayas al médico ante cualquier anormalidad que genere inquietud. 

En efecto, la Sociedad Americana contra el Cáncer insiste en la importancia de saber cómo se ven y cómo se sienten tus senos porque de esa manera es más fácil detectar cualquier anormalidad.

Descubrir el cáncer de seno tan pronto como sea posible te dará más probabilidades de que tu tratamiento sea eficaz. No obstante, conocer los signos a los que debe prestar atención no reemplaza a los mamografías ni a otras pruebas de detección. 

Las pruebas de detección pueden ayudar a encontrar el cáncer de seno en sus etapas iniciales, incluso antes de que aparezca algún síntoma.

El síntoma más común del cáncer de seno es una nueva masa o protuberancia. Una masa no dolorosa, dura y con bordes irregulares tiene más probabilidades de ser cáncer, aunque los tumores cancerosos del seno pueden ser sensibles a la palpación, blandos y de forma redondeada. Incluso pueden causar dolor.

Por este motivo, es importante que un médico con experiencia en las enfermedades de los senos examine cualquier masa o protuberancia nueva, o cualquier cambio en los senos.

Otros posibles síntomas del cáncer de seno incluyen:

  1. Hinchazón de parte o de todo el seno (aunque no se sienta una protuberancia definida) 
  2. Irritación o hendiduras en la piel 
  3. Dolor en el seno o en el pezón 
  4. Retracción (contracción) de los pezones 
  5. Enrojecimiento, descamación o engrosamiento de la piel del seno o del pezón 
  6. Secreción del pezón que no sea leche materna

Algunas veces un cáncer de seno se puede propagar a los ganglios linfáticos de las axilas o alrededor de la clavícula y causar una protuberancia o inflamación ahí, aun antes de que el tumor original en el tejido del seno sea lo suficientemente grande como para poderlo palpar. Un médico debe examinar también los ganglios linfáticos inflamados.

Otras señales que no debes ignorar son: pérdida de peso inexplicable, cansancio, sangrado o hemorragias anormales, alteración en la piel, picazón en los senos, enrojecimiento, úlceras, cambios de color, hundimiento del pezón, cambios en el tamaño de las mamas.

Notar alteraciones en la forma o textura de la mama es otra forma de detectar a tiempo el cáncer. Las irregularidades en el contorno, así como el enrojecimiento o pequeños agujeros en la piel son señales evidentes de esta enfermedad.

Aunque cualquiera de estos síntomas puede ser causado por otras afecciones distintas al cáncer de seno, si tú los experimentas, debes notificar a tu médico para que encuentren la causa.

Segunda causa de muerte

Según la Sociedad Americana del Cáncer (ACS), más de 40.000 mujeres serán asesinadas por cáncer de mama este año en los Estados Unidos. Las mujeres se enfrentan a una de cada 37 posibilidades de morir de la enfermedad, que según la ACS es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres detrás del cáncer de pulmón.

¿Qué es una mama normal?

No existe un solo tipo de mama. Lo que puede ser normal para ti tal vez no lo sea en otra mujer. La mayoría de las mujeres dicen que sienten bultos o superficies irregulares en las mamas. La manera en que las mamas se ven y se sienten también puede ser afectada por la menstruación, la maternidad, subir o bajar de peso, y por ciertos medicamentos. Asimismo, las mamas tienden a cambiar con la edad. 

¿Qué significa si encuentro un bulto en mis mamas?

Muchas afecciones pueden causar bultos en las mamas, entre ellas el cáncer. Sin embargo, la mayoría de los bultos en las mamas son causados por otras afecciones médicas. Las dos causas más comunes de bultos en las mamas son la enfermedad fibroquística y los quistes.

La enfermedad fibroquística produce cambios en las mamas que no son cancerosos y que pueden causar bultos, sensibilidad al tacto y dolor. Los quistes son pequeños sacos llenos de líquido que pueden formarse en las mamas.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

El cáncer de mama afecta en su mayoría a mujeres, pero también puede desarrollarse en los hombres. Sus principales factores de riesgo incluyen:

  1. Ser mujer, mayor de 55 años.
  2. Tener antecedentes familiares de cáncer de mama.
  3. Haber iniciado el ciclo menstrual antes de los 12 años.
  4. Tener una menopausia tardía o prematura.
  5. Sufrir de obesidad. 
  6. No haber tenido hijos.