Los jóvenes autistas son menos propensos a seguir su educación o conseguir un trabajo luego de que terminan la secundaria, según lo hallado por un estudio de la Universidad de Washington en Saint Louis.
"Los jóvenes con autismo enfrentan muchas dificultades para continuar su educación o para conseguir un trabajo luego de terminar la secundaria, incluso más que otros jóvenes con discapacidades", explica el Dr. Paul T. Shattuck, de la Universidad de Washington.
Puntos clave
- 35 por ciento de los jóvenes autistas no entran a la universidad ni consiguen empleo.
- Los casos de autismo han aumentado constantemente desde los últimos 10 años.
- Conoce las señales de alerta del autismo, para identificarlo a tiempo.
De acuerdo con el Dr. Shattuck, el problema radicaría en la transición que implica el paso de la infancia a la edad adulta: "Al momento de llevar una educación universitaria o de conseguir un empleo se requiere un estilo de vida más independiente; sin embargo, los problemas que tienen los jóvenes autistas con el lenguaje y el comportamiento podrían dificultarles la adaptación a esta vida 'adulta'".
Para el estudio, los investigadores observaron a 2,000 jóvenes con algún tipo de discapacidad; 500 de ellos padecían algún trastorno del espectro autista. Los especialistas notaron que 35 por ciento de los jóvenes autistas pasaron más de siete años luego de terminar la secundaria sin conseguir empleo o poder entrar a la universidad.
En comparación, los jóvenes con otras discapacidades tendrían mayores oportunidades: 26 por ciento de los jóvenes con discapacidades mentales pasaron el mismo tiempo sin educación ni empleo, y sólo el siete por ciento de los jóvenes con problemas del lenguaje y el tres por ciento de quienes padecían problemas de aprendizaje atravesaron por circunstancias similares.
Para Peter Bell, vicepresidente de la asociación Autism Speaks, "Es muy preocupante que esto le esté sucediendo a los jóvenes con autismo: dentro de unos años cerca de 500,000 niños autistas se volverán adultos, y no tendrán acceso a la educación ni a un empleo remunerado".
Asimismo, el Dr. Shattuck comenta que "Es necesario planear estrategias que permitan la inclusión de los jóvenes autistas en la educación y la fuerza de trabajo lo antes posible luego de terminar la secundaria".
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, los Trastornos del Espectro Autista (TEA) consisten en problemas en el desarrollo que se traducen como discapacidades sociales y de comportamiento. Asimismo, informan que existen tres clases principales de autismo:
- Trastorno autista, o autismo clásico, en el que el niño presenta retraso en el lenguaje y el desarrollo intelectual.
- Síndrome de Asperger, que suele presentarse con algunos de los síntomas del autismo, pero en forma más leve.
- Trastorno generalizado del desarrollo no especificado o Autismo atípico, el cual se caracteriza porque los niños no tienen un diagnóstico claro de autismo o Asperger pero sí tienen problemas de socialización.
Asimismo, los CDC informan que uno de cada 88 niños padece alguna forma de autismo.