El hallazgo fue publicado en la revista Neuron. El doctor Kelsey Martin, de la David Geffen School of Medicine de UCLA, quien lideró la investigación dijo en un comunicado que "nuestro descubrimiento podrá arrojar luz sobre cómo las mutaciones genéticas llevan al autismo".
El trabajo se enfocó en un gen llamado Rbfox1, que regula la manera en la que las células producen proteínas. Y observaron que las mutaciones de este gen se relacionaron con un mayor riesgo de autismo. Martin explicó que antes de crear una nueva terapia genética para tratar esta condición hay que conocer en profundidad como actúan los genes involucrados.
El funcionamiento de estas conexiones genéticas —que pueden sonar algo alejadas de la realidad— son esenciales para entender mejor por qué aumentan el riesgo de autismo. Y ese conocimiento derivará en un futuro no lejano en nuevos tratamientos.
Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de discapacidades del desarrollo que pueden causar graves problemas de socialización y comunicación, indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Uno de cada 68 niños lo padece. Hay 12 signos que pueden revelarlos, hasta la mirada del bebé. Conócelos y actúa rápido para lograr el mejor tratamiento.