Una promisoria investigación realizada en ratones con la enfermedad de Alzheimer sugiere que una droga originalmente desarrollada para tratar la diabetes tipo 2 revierte significativamente la pérdida de memoria y la degeneración cerebral.
La investigación de la Universidad de Lancaster en el Reino Unido , publicada en Brain Research, podría aportar mejoras sustanciales en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer mediante el uso del medicamento conocido como receptor triple, en el que se combinan tres factores de crecimiento –el péptido similar al glucagón tipo 1 (GPL-1), el polipéptido inhibidor gástrico (GIP) y el glucagón– para, así, tratar de proteger la neurodegeneración cerebral desde múltiples vías
El profesor Christian Holscher de la Universidad de Lancaster dijo en un comunicado que el nuevo tratamiento "resulta prometedor para los trastornos neurodegenerativos crónicos como la enfermedad de Alzheimer".
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores. Se estima que 5 millones de estadounidenses viven con la enfermedad de Alzheimer, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y se proyecta que para el año 2050 este número se cuadruplique y la enfermedad afecte a 14 millones de adultos estadounidenses mayores de 65 años.
Pruebas con ratones
Los científicos de la Universidad de Lancaster utilizaron ratones creados específicamente para expresar ciertos genes asociados con la enfermedad de Alzheimer en humanos y así evaluar cuán efectivo era el medicamento para la diabetes. Antes de administrarles la droga, los ratones envejecieron, por lo tanto, los investigadores le dieron tiempo a la enfermedad para desarrollarse y dañar el cerebro de los animales. Una vez que se les suministró el fármaco, los ratones fueron sometidos a una prueba de laberinto diseñada para medir su memoria.
Los resultados revelaron que, después de recibir el medicamento, los ratones viejos que ya tenían signos de la enfermedad de Alzheimer mostraron una mejora en las habilidades de aprendizaje y memoria. A nivel biológico, los ratones también mostraron cantidades reducidas de acumulación de placa en el cerebro, un sello distintivo de la enfermedad de Alzheimer y tenían niveles reducidos de inflamación crónica en sus cerebros, tasas más bajas de pérdida de células nerviosas cerebrales e incremento de la protección de las células nerviosas cerebrales.
"Sin nuevos tratamientos en casi 15 años, debemos encontrar nuevas formas de combatir el Alzheimer. Es imperativo que exploremos si los medicamentos desarrollados para tratar otras afecciones pueden beneficiar a las personas con Alzheimer y otras formas de demencia. Este enfoque de la investigación podría hacer que sea mucho más rápido obtener nuevos medicamentos prometedores para las personas que los necesitan ", destacó el doctor Doug Brown, director de Investigación y Desarrollo de la Alzheimer's Society en el Reino Unido.