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La verdad de la dieta cruda

Katie Holmes está prácticamente en huesos. Aunque según su esposo, Tom Cruise, eso se debe a que practican “la dieta del sexo”, haciendo el amor cada vez que pueden (es decir, cuando los compromisos laborales hacen que la pareja coincida en la misma ciudad y en la misma cama), es innegable la transformación de la actriz.

Según algunos rumores, Holmes es una seguidora de la dieta cruda, una de las últimas tendencias de Hollywood para estar delgada y saludable. Aunque para la alfombra roja o para el inicio de algún rodaje la actriz también optaría por la dieta detox.

La verdad de la dieta cruda

Puntos clave

  • Existen dos versiones de dieta cruda: la vegetariana y la omnívora, que permite incluir carne y pescado
  • Las personsas que sufren de anemia o tienen enfermedades del sistema inmune no pueden realizarla
  • Los alimentos que llevan cocción no deben superar la temperatura de 114º

Estrellas como Demi Moore, Robin Williams, Sting, David Bowie, Natalie Portman y Uma Thurman también serían adeptos a este régimen, que se remonta a la prehistoria aunque su difusión como “dieta de moda” comenzó a partir de 1930.

La dieta cruda es un plan de alimentación que incluye al menos un 75% de alimentos crudos y preferentemente orgánicos, sin procesar.

Versiones de la dieta cruda

Existen dos formas de seguir esta dieta: la vegetariana y la omnívora.
• La dieta cruda vegetariana incluye una gran variedad de frutas, verduras, nueces, semillas, granos enteros, leguminosas deshidratadas (frijoles y guisantes) y germinados.
• La dieta cruda omnívora incluye, además de los vegetales, alimentos de origen animal crudos. De esta forma, permite consumir pescado “sashimi” y carne “carpaccio” por ejemplo. También, algunos seguidores agregan al plan huevos crudos, leche sin pasteurizar y queso o yogur elaborados con esta leche.
Hay algunas variaciones de la dieta cruda, una de ellas es la creada por Thom Quinn, que además facilita la pérdida de peso como lo menciona en su libro: “The Raw Diet Reveled”, que él mismo probó y perdió 30 libras (13.6 kg) de peso.

Pros y contras

Entre los beneficios de la dieta cruda hay que destacar que ésta cubre las recomendaciones de vitaminas, minerales y fibra; también es una fuente de antioxidantes y de fitonutrientes, que son los nutrientes derivados de los vegetales, protege contra el cáncer de colon y conserva la vitamina C, ya que los procesos de cocción no la destruyen.

Al mismo tiempo, esta dieta ha recibido varias críticas por diferentes motivos. Uno de ellos es que consumir mucha fibra puede ser contraproducente y desencadenar efectos adversos como inflamación y deficiencia de calcio.

Por otra parte, hay alimentos que son mejor absorbidos si se cocinan y propicia una deficiencia de la vitamina B12, calcio, hierro y proteínas, lo que implica que deben tomarse suplementos.

También, algunos nutricionistas advierten sobre lo peligroso que es ingerir huevos y carne crudos, ya que puede favorecer la transmisión de salmonelosis a través de los alimentos. Algo similar sucede con la leche sin pasteurizar: aumenta el riesgo de sufrir fiebre de malta o brucelosis.

La dieta cruda no es para todos

Es necesario contar con un estado de salud óptimo. No se recomienda que sigan la dieta cruda las personas con:
• anemia,
• desnutrición,
• Síndrome de inmuno deficiencia adquirida (Sida),
• alteraciones digestivas
• o que presenten alguna deficiencia de algún nutriente.

Tampoco es recomendable para niños, adolescentes, personas de edad avanzada, mujeres embarazas o en período de lactancia.

La cocción: otro eslabón de esta dieta

Alrededor del 25 por ciento de los alimentos pueden cocinarse en la dieta cruda. Pero no con cualquier método y a cualquier temperatura. Los métodos de cocción son diferentes a los utilizados comúnmente.

Cómo preparar la comida con la dieta cruda

• Deshidratar los alimentos con un deshidratador.
• Evitar las temperaturas altas. Como máximo alcanzar una temperatura de 104°F (40 °C). Evitar que llegue a más de 118°F (47.7°C).
• Evitar alimentos cocinados a temperaturas superiores a las mencionadas.
• Evitar alimentos procesados, enlatados o que han sido sometidos a procesos de pasteurización como la leche o productos elaborados con leche pasteurizada como el queso y el yogur.

Menú “modelo” de la dieta cruda

  • Desayuno:
  • Jugo de verduras
  • Ensalada de fruta con avena natural cruda, coco rallado natural y nueces.
  • Refrigerio:
  • Verduras con limón.
  • Mezcla de semillas (girasol, ajonjolí, semilla de calabaza con miel natural y plátano.
  • Comida:
  • Sopa de tomate crudo
  • Ensalada de verduras (lechuga, tomate, espinaca, germinado de soya, calabacita) con aderezo de aguacate.
  • Fruta con almendras y nueces
  • Jugo de verduras
  • Refrigerio:
  • Mezcla de cacahuates, nueces y almendras con fruta deshidratada (manzanas, arándanos, duraznos, dátiles, coco, higos picados y pasitas).
  • Cena:
  • Jugo de verduras
  • Ensalada de verdura (coliflor y brócoli, apio, alfalfa, lechuga y aguacate).
  • Chícharos y frijoles deshidratados.
  • Fruta con nueces y coco rallado.

Antes de seguir esta dieta, es recomendable realizar evaluaciones periódicas por un nutricionista, cada seis meses para establecer si se puede o no continuar con este régimen, en especial si se está perdiendo mucho peso o hay desnutrición.

Asimismo, es prudente realizar análisis clínicos si hay síntomas relacionados con enfermedades transmitidas por los alimentos.

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