La investigación publicada en el British Journal of Cancer, refiere que algunos ingredientes del patrón dietético mediterráneo como los antioxidantes, la fibra, los fitoquímicos y los ácidos grasos insaturados, tiene un efecto protector contra el cáncer de útero, al asociarse con una reducción del riesgo de este tipo de tumor.
Para llegar a dicha conclusión, los investigadores analizaron las dietas de más de 5,000 mujeres italianas, en particular, midieron su apego a la dieta mediterránea y su riesgo de desarrollar cáncer de útero. 
Los resultados mostraron que las mujeres que se adhirieron más a la dieta mediterránea, es decir, consumían entre siete y nueve de los componentes dietéticos características de esta dieta, redujeron su riesgo de cáncer significativamente. Las participantes que incluían menos de 5 ingredientes en su alimentación regular no bajaron su riesgo de cáncer de útero.
"Nuestra investigación muestra el impacto una dieta sana y equilibrada podría tener sobre el riesgo de desarrollar cáncer de útero. Esto añade más peso a nuestra comprensión de cómo nuestro día a día, al igual que lo que comemos y lo activo que somos, afectan nuestro riesgo de cáncer ", destacó la Dra. Cristina Bosetti, autor principal del trabajo en información difundida por el instituto de investigación.
El útero o matriz es el órgano reproductor femenino más importante. Es el lugar donde se desarrolla el bebé durante el embarazo. Existen muchos tipos de cáncer de útero. El tipo más común comienza en el endometrio, la membrana que recubre el útero, a este tipo de cáncer a veces se denomina cáncer del endometrio. De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU., el cáncer uterino suele ocurrir después de la menopausia. La obesidad y la sustitución hormonal con estrógeno (también llamada terapia hormonal para la menopausia) también aumentan el riesgo.
Más de la dieta mediterránea
La dieta mediterránea, consagrada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO por su sabor y sus beneficios a la salud, incluye cantidades mayores de aceite de oliva, verdura, fruta y pescado, y un consumo menor de carne y productos lácteos. Además de las acelgas, espinacas y lechugas, el repollo blanco, la remolacha, el apio y la berenjena también contienen nitritos, mientras más verde sea la hortaliza o verdura mayores cantidades de la molécula. Los polifenoles se encuentran en abundancia en frutas como albaricoques, cerezas, arándanos y granadas.
De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, más de la mitad de las calorías de grasa en una dieta mediterránea provienen de grasas monoinsaturadas (aceite de oliva). Este tipo de grasa es más saludable que la grasa saturada de la dieta estadounidense. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos refiere que seguir la dieta mediterránea puede llevar a niveles de azúcar en sangre más estables, colesterol y triglicéridos más bajos y a un riesgo menor de cardiopatía y otros problemas de salud.
