Según cifras del Calorie Control Council, asociación que representa la industria de alimentos bajos en calorías, dietéticos y bebidas dietéticas, en el año 2007, aproximadamente 194 millones de personas en los Estados Unidos (alrededor del 64% de la población) consumieron alimentos y bebidas dietéticas, postres reducidos en calorías y los sustitutos de azúcar.
Si este dato se compara con los aproximadamente 78 millones de consumidores de estos productos en 1986, se puede observar que el consumo de estos alimentos se ha duplicado en las últimas décadas.
Los edulcorantes no nutritivos, como el aspartamo, la sucralosa y el esteviosido, son consumidos ampliamente en refrescos, gomas de mascar o pasta de dientes, pero su impacto a largo plazo en la salud es incierto. Algunos estudios muestran que ayudan a las personas a perder peso, mientras que otros no reflejaron ningún efecto.
Nueva investigación
En una nueva investigación se examinaron cuidadosamente más de 11,000 estudios sobre edulcorantes, incluyendo edulcorantes artificiales, como el aspartamo y la sucralosa, y opciones naturales como la stevia. Luego se realizó un metanálisis de 37 estudios, dividiéndolos en dos categorías principales: ensayos controlados aleatorios y estudios longitudinales.
En siete ensayos controlados aleatorios, las personas que consumieron edulcorantes artificiales no perdieron ni ganaron más peso que el grupo de control.
En tanto, un re-análisis de 30 estudios longitudinales encontró que las personas que consumían edulcorantes bajos en calorías de forma regular eran más susceptibles con el tiempo a la obesidad, a la diabetes y a los problemas cardiovasculares, como presión arterial alta o accidentes cerebrovasculares. Los resultados fueron publicados por la revista de la Asociación Médica Canadiense.
Los investigadores destacaron que se necesitan más estudios para caracterizar completamente los riesgos y beneficios a largo plazo de los edulcorantes no nutritivos.
Alteran el metabolismo
Una investigación anterior de la Universidad George Washington, ya había señalado que una gran cantidad de sustitutos del azúcar alteran el metabolismo del cuerpo. Y al hacerlo, pueden incluso promover la acumulación de grasa.
Además, los investigadores encontraron que quienes consumen regularmente edulcorantes artificiales tienen 2,5 veces más alta la estimulación de los receptores de sabor dulce que los que no los consumen. A medida que más glucosa entra en las células como resultado de estos receptores, el cuerpo la absorbe en el torrente sanguíneo, y esto deriva en un aumento de los niveles de azúcar en la sangre.
Este proceso a menudo conduce al almacenamiento de grasa abdominal. Con el tiempo, puede producir estragos en el metabolismo, lo que lleva a una mayor producción de grasa, advirtieron los científicos.