Los padres de los niños pequeños con alergias a los alimentos quizá sientan más terror que alegría en Halloween, pero los riesgos de esa celebración se pueden reducir con ciertas precauciones sencillas, asegura una experta.
"Cada año, Halloween es una celebración más importante. Y cada año, los padres de niños con alergias a los alimentos tienen que pensar en formas de mantener a sus hijos seguros contra las reacciones alérgicas potenciales", dijo en un comunicado de prensa del Colegio Americano de Alergias, Asma e Inmunología (American College of Allergy, Asthma and Immunology, ACAAI) la Dra. Janna Tuck, alergóloga.
"Alrededor de un 4 a un 6 por ciento de los niños de Estados Unidos tienen una alergia a los alimentos. Y aunque muchos niños saben bien a qué son alérgicos, a veces hay peligros ocultos que los niños y sus padres deben conocer", añadió.
Una forma de hacer que Halloween sea más seguro para los niños con alergias a los alimentos es enfatizar el factor espeluznante en lugar de los dulces. Hay muchas cosas divertidas que se pueden hacer que no tienen que ver con la comida, como ver películas de terror, ir a casas encantadas o buscar tesoros, hacer máscaras o tallar calabazas.
Aunque usted y su hijo quizá sepan qué alimentos provocan una reacción alérgica, algunos dulces de Halloween no proveen información sobre los ingredientes, y no son seguros para los niños con alergias a los alimentos. Informe a sus hijos que los dulces de tamaño mini quizá no lleven las advertencias usuales sobre las alergias a los alimentos. También es importante que los padres les digan a sus hijos que es aceptable decir "no, gracias" a los dulces que saben que no son seguros para ellos.
Una medida que los padres de niños con alergias a los alimentos pueden hacer es repartir dulces seguros a los vecinos antes de Halloween. Si le preocupa que su hijo se vea tentado a comer algo mientras hace el recorrido de Halloween, hágale una bolsa de dulces especiales para ayudarle a evitar la tentación de comer antes de llegar a casa.
El año pasado, la organización sin fines de lucro Food Allergy Research & Education lanzó una campaña para fomentar la concienciación sobre las alergias alimentarias. El grupo sugiere comprar regalitos baratos que no sean de comer y colocar una calabaza pintada de color verde azulado (el color de la concienciación sobre las alergias a los alimentos) en frente de su casa, de forma que los padres y los niños con alergias alimentarias sepan que en esa casa les ofrecerán regalos seguros que no son para comer.