Para que la concepción ocurra, un óvulo maduro debe estar en el lugar correcto en el momento correcto. La concepción sucede cuando un espermatozoide penetra en el óvulo y lo fertiliza. Las dos células se combinan para formar una nueva vida. Veamos rápidamente algunos de los principales órganos reproductores femeninos y observemos cómo funcionan durante la menstruación y la ovulación, dos procesos críticos para preparar a la mujer para la concepción.
Aquí se encuentran el útero, los ovarios, las trompas de Falopio y la vagina.
A la derecha se puede ver un corte transversal de uno de los ovarios. Las estructuras moradas dentro del ovario son los óvulos inmaduros u ovocitos. Los 400,000 óvulos que una mujer producirá en su vida ya están presentes en sus ovarios cuando nace, aunque no están desarrollados. La edad promedio para el inicio de la menstruación es de doce años. Cada ciclo menstrual tiene lugar aproximadamente cada veintiocho días. Durante cada ciclo, los mensajes hormonales del cerebro causan que los ovarios desarrollen un sólo óvulo maduro para una fecundación potencial, incluso mientras otras hormonas instruyen al revestimiento uterino que se ensanche para prepararse para la nutrición del óvulo fecundado.
Como usted debe saber, las hormonas son sustancias químicas segregadas por órganos y glándulas en el torrente sanguíneo. En general, su función es regular las funciones corporales, bien sea estimulando o inhibiendo a otras células u órganos. Los ovarios son apenas uno de los muchos órganos del cuerpo regulados por las hormonas. El ciclo se inicia cuando un folículo crece dentro de uno de los ovarios. Un folículo está compuesto por un óvulo en desarrollo y por las células de apoyo que lo rodean y nutren.
El primer día del ciclo, una pequeña estructura del cerebro, la glándula pituitaria, segrega dos hormonas, HFE y HL, las cuales hacen que el folículo comience a crecer.
Durante los siguientes trece días, el folículo en crecimiento libera estrógeno, una hormona que prepara el revestimiento uterino para recibir el óvulo fecundado. Entretanto, el estrógeno en el torrente sanguíneo hace que el cerebro libere una oleada de HL. En respuesta a esta oleada, el folículo aumenta de tamaño rápidamente. En el día 14, se rompe y libera el óvulo en un proceso conocido como ovulación.
El folículo reventado comienza a segregar la hormona progesterona, que también ayuda al revestimiento uterino a prepararse para el óvulo fecundado. La estructura grande al lado derecho es la entrada a la trompa e Falopio. Las estructuras ondulantes más pequeñas a la entrada se llaman fimbrias tubáricas. Se mueven mucho porque su función es llevar el óvulo hacia la entrada de la trompa de Falopio y hacia el útero. Cuando el óvulo se encuentra dentro de la trompa de Falopio, puede suceder una de dos cosas, será fertilizado por un espermatozoide o la fertilización no ocurrirá.
Si el óvulo no resulta fecundado dentro de las 12 a 24 horas siguientes a su liberación desde el ovario, no continuará desarrollándose y se disolverá antes de llegar al útero. La ausencia de un óvulo fecundado causa gradualmente que el cuerpo de la mujer deje de liberar aquellas hormonas que hubieran permitido preparar al útero para el desarrollo del óvulo. En respuesta a eso, el útero se despoja de su revestimiento entre los días 24 y 28 durante la menstruación. Si el óvulo SÍ resulta fecundado por un espermatozoide, será transportado por unas células parecidas a pelos diminutos, llamadas cilios, hacia el útero. Allí, se aloja en las paredes del útero en un proceso conocido como implantación y recibe nutrición del revestimiento uterino. Entretanto, de regreso al ovario, las células restantes del folículo reventado en el ovario producen progesterona para que el revestimiento uterino siga lleno de vasos sanguíneos y el óvulo fecundado pueda sobrevivir.
Como se ve, las hormonas que controlan el sistema reproductor femenino mantienen un delicado equilibrio sobre el ciclo de vida del óvulo.