La glándula prostática está ubicada por debajo de la vejiga y es más o menos del tamaño de una castaña. En esta sección transversal, usted puede observar que parte de la uretra está recubierta por la glándula prostática. A medida que un hombre envejece, la próstata generalmente aumenta de tamaño en un proceso conocido como hipertrofia benigna, lo que significa que la glándula aumenta de tamaño sin llegar a ser cancerosa.
Una próstata inflamada obstruye los demás órganos que la rodean, en especial la uretra, que se reduce. La reducción de la uretra causa varios síntomas de hiperplasia prostática benigna o HPB. Entre los síntomas pueden estar una micción lenta o de inicio retardado, la necesidad de orinar frecuentemente durante la noche, dificultad para vaciar la vejiga, una necesidad fuerte, urgente y súbita de orinar e incontinencia. Menos de la mitad de los hombres con HPB tiene síntomas de la enfermedad, o sus síntomas son menores y no afectan su estilo de vida.
La HPB es un proceso fisiológico normal del envejecimiento y hay alternativas de tratamiento disponibles. La selección de un tratamiento apropiado se basa en la gravedad de los síntomas, en el efecto que estos puedan tener sobre el estilo de vida y la presencia de otras afecciones médicas. Los hombres con HPB deben consultar a su médico cada año para controlar el avance de los síntomas y decidir el mejor tratamiento necesario.