El cuerpo humano está compuesto principalmente de fluidos. Todas las células del cuerpo contienen fluidos y también están rodeadas o bañadas por un tipo de fluido extracelular. Además, siempre hay entre cuatro y cinco litros de sangre circulando alrededor del sistema cardiovascular; parte de esta sangre escapa de los vasos sanguíneos cuando atraviesa los pequeños capilares.
Afortunadamente, el cuerpo tiene un “segundo sistema circulatorio”, cuya función es reabsorber cualquier fluido que se haya escapado y regresarlo al lugar que le corresponde en la circulación de la sangre. Este segundo sistema circulatorio es llamado el sistema linfático y corre paralelamente al sistema venoso, en donde desemboca.
Veamos cómo se forma el sistema linfático. La formación de la linfa ocurre a nivel microscópico. Aquí se ve una vénula, un capilar linfático, un capilar sanguíneo y una arteriola. A medida que la sangre fluye a través de los capilares, la presión del fluido, llamada presión hidrostática, saca el fluido del capilar, llevándolo hasta el tejido circundante. El fluido que se escapa contiene oxígeno y nutrientes que se esparcen por el tejido. El tejido contiene dióxido de carbono y desechos celulares que regresan al torrente sanguíneo. Durante este proceso, los capilares sanguíneos reabsorben la mayor parte del fluido.
Un edema o hinchazón ocurre cuando el fluido que está dentro o entre las células escapa a los tejidos corporales. Un edema puede ser causado por cualquier evento que aumente el flujo de fluido fuera del torrente sanguíneo o evite que el fluido regrese. Un edema recurrente puede ser un indicio de graves problemas de salud relacionados con el corazón o la circulación y debe ser evaluado por un profesional de la salud.
El sistema linfático puede jugar un papel en la propagación del cáncer de seno, que puede ser preocupante y muy peligroso para las mujeres en general. Los componentes del sistema linfático, conocidos como ganglios linfáticos, están distribuidos en lugares específicos del cuerpo como las axilas y la parte superior de la garganta. También hay una extensa circulación linfática en los tejidos mamarios de toda mujer, lo cual es importante para regular el equilibrio de fluidos locales y a la vez filtrar las sustancias perjudiciales.
Desafortunadamente, enfermedades como el cáncer pueden utilizar el sistema linfático de las mamas para desplazarse por el cuerpo. Por ejemplo, si los vasos linfáticos son invadidos por células mamarias cancerosas, éstos inadvertidamente permiten que las células cancerosas tengan acceso y puedan desplazarse a otras partes del cuerpo. Este proceso es llamado metástasis y puede causar la formación de una masa cancerosa secundaria en otra parte del cuerpo.
Aquí, en esta mamografía, se puede ver, de hecho, un tumor y la red del vaso linfático que éste ha invadido.
Ninguna mujer es demasiado joven para saber que un auto-examen periódico de las mamas puede ayudar a la detección precoz de los tumores, con fortuna antes de que éstos se esparzan rápidamente o hagan metástasis.