Ciática: cómo aliviar y evitar este dolor

¿Quién no ha padecido alguna vez el famoso y repentino ataque de ciática? Un tirón o pellizco molesto que nos paraliza de dolor, y parece que no podremos volver a agacharnos o a caminar. Conoce aquí cómo aliviar o prevenir este problema.

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La ciática es un dolor que se produce a lo largo del ciático, el nervio más largo del cuerpo. Este se ramifica desde la parte inferior de la espalda a través de las caderas y los glúteos hasta el final de cada pierna. Generalmente la ciática ocurre entre los 30 y 50 años, afectando solo un lado del cuerpo.

La causa de la ciática no es una sola

Existen diferentes motivos que pueden desencadenar la ciática: hernia de disco (la causa más común), síndrome piriforme (dolor en el músculo de los glúteos), fractura de pelvis, estenosis lumbar (estrechamiento del canal lumbar que presiona los nervios), espondilolistesis (deslizamiento de una vértebra) o por tumores.

Pruebas y exámenes

Si se presentan los síntomas de la ciática puedes recurrir a un médico para que realice exámenes físicos. Este comprobará si hay debilidad o dolor al flexionar la rodilla o mover el pie, si existen reflejos anomarles o débiles, o si padeces pérdida de sensibilidad. También puede hacerte exámenes de sangre, radiografías o una resonancia magnética.
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Tratamiento

Debido a que la ciática es un síntoma de otra afección médica, la causa que originó el dolor debe identificarse y tratarse consultando al médico. En algunos casos, el cuadro de inflamación y dolor no requiere ningún tratamiento y la recuperación ocurre por sí sola. Puedes optar por estas opciones para prevenirla o aliviar el dolor leve:

Frío o calor ¿qué es mejor?

Para calmar los síntomas y reducir la inflamación aplica calor o hielo en el área que presenta el dolor. Generalmente, se utiliza hielo durante las primeras 48 a 72 horas para desinflamar el área afectada, luego compresas de calor o una almohadilla eléctrica que brinda calor para relajar los músculos tensos a causa del dolor.

Analgésicos ¿cuál funciona?

Los analgésicos ayudan a aliviar el dolor y la rigidez, y permiten aumentar la movilidad. Hay muchas fármacos para los que no necesitas una receta médica, conocidos como drogas anti-inflamatorias sin esteroides (NSAIDs). Estas incluyen aspirinas, ibuprofeno (Motriz, Advil), y naproxeno (Naprosyn, Aleve).

Relajantes musculares

Otra manera de aliviar el malestar asociado a los espamos musculares es con medicamentos que necesitan recetas, como el cyclobenzaprino (Flexeril). Los expertos señalan que pueden utilizarse dependiendo el nivel del dolor, pero solo en el período inicial del tratamiento.
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Moverse

Contra la ciática, los profesionales no recomiendan reposo, ya que lo ideal es buscar movimientos que disminuyan la presión del nervio para aliviar el dolor. Reduce tu actividad durante los primeros 2 días y luego retómala lentamente. Puedes optar por ejercicios aeróbicos leves o caminar, simplemente evita levantar cosas pesadas o forzar la espalda.

Dormir correctamente

Puedes optar por estas posiciones al momento de dormir para prevenir dolores y problemas de espalda:

Inyecciones de esteroides

La cortisona es un potente antiinflamatorio, y las inyecciones que la contienen se aplican alrededor de los nervios o en el "espacio epidural". Pueden disminuir la inflamación y el dolor, pero no se recomienda recibirlas más de 3 veces al año.
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Otras prácticas

Otra manera de aliviar el dolor es optando por técnicas como la quiropraxia, los masajes, el yoga o la acupuntura. Además de relajar el nervio ciático estas prácticas pueden reducir el estrés y así facilitar el proceso de recuperación.
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Cirugía

La intervención quirúrjica generalmente es una opción para pacientes que tienen mala calidad de vida debido al dolor y debilidad. Por ejemplo, aquellos que no pueden caminar durante un período largo de tiempo sin sentarse. Sin embargo, la mayoría de la personas con ciática (entre el 80% y 90%) mejorará sin necesidad de cirugía tras 6 semanas de tratamientos.

Fuentes consultadas:

Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel.