Probablemente cuando escuches o leas la palabra mostaza pienses en el aderezo de color amarillo que es excelente para acompañar salchichas o preparar deliciosas salsas. Sin embargo, es una planta de la que se pueden aprovechar sus hojas y semillas con fines medicinales. Conoce aquí todos sus beneficios.
La mostaza es una planta que pertenece a la familia Brassica, por lo que se emparenta con el brócoli o la col. Durante miles de años se cultivó en Asia, Europa y el norte de África, llegando a ser muy popular en la dieta de griegos y romanos. Entre los principales tipos se destacan la mostaza blanca o amarilla (Brassica alba), negra (Brassica nigra) y marrón (Brassica juncea).
Ten en cuenta que la mostaza blanca es más suave y se suele usar para preparar el famoso aderezo, mientras que la negra y marrón poseen un intenso aroma y sabor. De la planta puedes aprovechar sus hojas (para complementar sopas o ensaladas), y sus granos, enteros o en polvo, (para condimentar y preparar cremas o salsas). Esta planta también se utiliza como conservante.
Aceite esencial de mostaza
No es lo mismo el aceite de mostaza que su aceite esencial. Este último se obtiene mediante un proceso de destilación de sus semillas y contiene 92% de isotiocianato de alilo, que es el compuesto responsable del sabor picante de la mostaza. Generalmente, se usa tópicamente.
Tanto las hojas como las semillas de mostaza se caracterizan por tener una gran cantidad de nutrientes importantes para la salud, como vitaminas A, B, C, y K, y minerales como calcio, fósforo, magnesio y potasio. Además, es una gran fuente de ácido fólico y fibra dietética. Por esta composición, su consumo se ha vinculado a muchas bondades para la salud:
Buena para el corazón
Aunque aún se desconoce el mecanismo detrás de esta asociación, un consumo regular de aceite de mostaza se vinculó a un menor riesgo de problemas cardiovasculares, específicamente a una disminución del agrandamiento ventricular y los dolores de pecho asociados a esta afección. Los expertos necesitan continuar estudiando, pero creen que esto se debe a la presencia de ácidos grasos Omega 3.
Control del colesterol
Al igual que sucede con otras crucíferas, las hojas de mostaza son una gran opción para disminuir los niveles de colesterol en sangre. Esto se debe a que facilitan la excreción de ácidos biliares (que generalmente forman parte del colesterol). Además, esta planta es rica en vitaminas del complejo B, que disminuyen el riesgo de aterosclerosis.
Alivia los dolores
Desde la medicina tradicional se suele utilizar yesos de mostaza (una mezcla de su harina y polvo de semilla con agua) para aliviar el dolor, gracias a sus efectos analgésicos. Sin embargo, para evitar daños sobre la piel, se recomienda envolver la preparación en una sábana, antes de aplicarla en la zona afectada.
Buena respiración
Desde la antigüedad se ha usado el aceite de mostaza para aliviar problemas respiratorios, como bronquitis, asma o flemas, o el yeso, para estimular la circulación sanguínea. Actualmente, distintas investigaciones asociaron a esta planta con efectos descongestionantes y expectorantes, aunque se recomienda consultar a un profesional antes de usarla.
Existe evidencia que muestra que las semillas de mostaza funcionan como agentes antiinflamatorios, y podrían ser parte de futuros tratamientos contra la psoriasis. Ensayos en animales también la asociaron con una disminución de los síntomas de la dermatitis de contacto. Desde la medicina popular, se recurre a tamizar aceite de coco o sésamo con sus granos tostados, para tratar el acné.
Antifúngica
La tiña es una infección fúngica muy contagiosa de la piel o el cuero cabelludo que suele darse entre los niños. Algunos especialistas afirman que las semillas de mostaza tienen propiedades antibacterianas, útiles para mitigar esta afección. También es eficaz aplicar sobre la zona afectada una pasta a base de sus semillas, aunque aún se necesita más evidencia sobre este beneficio.
Anticancerígena
Las semillas de la planta de mostaza contienen importantes cantidades de fitonutrientes saludables llamados glucosinolatos. Estos fueron identificados por diferentes investigaciones como beneficiosos para combatir la formación y crecimiento de diferentes tipos de cáncer, como de vejiga, colón, cuello uterino y próstata.
Útil contra la diabetes
Aunque muchos aderezos artificiales, como la mayonesa, el kétchup o la mostaza suelen estar en la lista negra de las personas con diabetes, todo parece indicar que no es así con la planta y sus semillas. Los motivos aún no son claros, pero el consumo de la variante marrón se asoció con la estimulación del metabolismo de la glucosa y un mejor control de los niveles de azúcar en sangre.
Precauciones
Por sus efectos irritantes, la mostaza puede ser perjudicial si se la utiliza en la piel o entra en contacto con los ojos. También se cree que puede aumentar el riesgo de cálculos renales (por la presencia de oxalatos) y afectar el funcionamiento de la glándula tiroides. Recuerda utilizarla con cuidado y consumirla con moderación, o mejor aún, consultar a un experto sobre su uso.
Fuentes consultadas
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.