Por qué es importante la vitamina A

Las vitaminas son imprescindibles para que nuestro organismo pueda funcionar y desarrollarse correctamente. Una de ellas, la vitamina A, también conocida como retinol, suele asociarse a la salud de la piel, tejidos y músculos. Sin embargo, distintas investigaciones muestran que también puede favorecernos con otros beneficios.

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La vitamina A es una vitamina liposoluble (es decir, una sustancias soluble en grasas y aceites) que se almacena en el hígado. Podemos obtenerla de alimentos de origen animal o vegetal. También se la puede hallar en suplementos dietéticos, pero antes de tomarlos se recomienda consultarlo con un profesional de la salud.

Podemos encontrarla en la crema, hígado de res o bacalao, mantequilla, leches fortificadas, yema de huevo, y quesos. En el caso de las frutas y vegetales, podemos hallarla especialmente en el brócoli, espinacas, duraznos, damascos, chícharos, mangos, papayas, tomates y frutos secos. Un consumo regular y equilibrado de esta vitamina, puede ofrecer los siguientes beneficios:

Mejora la visión

Los especialistas afirman que esta vitamina resulta útil para combatir muchas afecciones de la vista, ya que aumenta la adaptabilidad del ojo, principalmente al permitir que se ajuste a los cambios de luz y se mantenga húmedo. También se asocia con la prevención del glaucoma y otros trastornos de la vista, como cataratas y degeneración macular por la edad.

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Músculos y huesos saludables

Por un lado, la vitamina A favorece la formación de una capa llamada dentina, que rodea la parte interna de los dientes, mejorando su resistencia. Además, promueve el crecimiento muscular y ayuda a mantener la forma y resistencia de los huesos. Esto permite un buen desarrollo del organismo, especialmente durante la infancia.

Cuida la piel

Similar a lo que ocurre en el caso anterior, la vitamina A mejora los tejidos protectores de la piel, garantizando la flexibilidad, retención de humedad, reducción de sebo, y brillo. Esto sirve para combatir ciertos trastornos cutáneos como acné, resequedad, psoriasis, y eczemas. También mantiene al cuerpo libre de toxinas y compuestos dañinos.

Vitaminas más importantes para la piel

Retrasa el envejecimiento

La vitamina A se caracteriza por poseer propiedades antioxidantes, que, entre otros beneficios, permite tratar muchas de las principales marcas del paso del tiempo, como las arrugas, líneas finas o manchas en la piel.
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Potencial anticancerígeno

Distintas investigaciones señalan que la vitamina A funciona como un importante agente anticancerígeno, ya que se la asoció con una inhibición del crecimiento celular canceroso de próstata, pulmón y mama. Los especialistas explican que esto podría deberse a la capacidad quimioterapéutica, quimiopreventiva, y antioxidante de los retinoides, uno de sus principales compuestos.

Fortalece las defensas

Los expertos vinculan la presencia de vitamina A con un mejor desempeño de las defensas del organismo. Se cree que esto es posible gracias a que promueve la formación de glóbulos blancos y ayuda mantener húmedas las membranas mucosas. De esta forma, obstaculiza la inserción de agentes dañinos.

Cómo fortalecer tu sistema inmunitario

Contra los cálculos urinarios

La vitamina A prevendría la formación de cálculos urinarios debido a que interviene en la formación de fosfato de calcio y ayuda a mantener saludable el revestimiento del tracto urinario.

Precauciones

En general, el consumo diario recomendado de vitamina A para mayores de 14 años varía entre los 700 y 900 microgramos equivalentes de retinol. Cualquier cantidad en exceso será expulsada por el cuerpo. Sin embargo, si se da una sobredosis (caso muy raro que puede llegar a alcanzarse por un elevada ingesta de suplementos) pueden surgir síntomas perjudiciales, como visión borrosa o náuseas.
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Por el contrario, si los niveles de vitamina A son bajos pueden darse ciertos problemas, que incluyen: daño cutáneo, sensación de dolor o ardor en los ojos, ceguera, inflamación de los párpados, cabello debilitado y sin brillo, uñas quebradizas, trastornos sexuales, fatiga, insomnio y depresión.

Recuerda

Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.

Fuentes consultadas:

Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.