Los peligros para la salud de no trabajar de 9 a 5

Un estudio hecho por miembros del Centro de Ciencias de Salud de la Universidad de Texas halló que las personas con turnos rotativos son más susceptibles a tener derrames cerebrales. Según el Departamento de Trabajo de EU, 15 millones de estadounidenses trabajan bajo esta condición.

Al haber interrupción constante en la sincronización de los ciclos circadianos (ciclos de 24 horas controlados por relojes biológicos internos) se afectan los patrones regulares de sueño vigilia, que con el tiempo producen accidentes cerebrovasculares, dijo el profesor del Departamento de Neurociencia de la universidad David Earnest.

En el mismo estudio, que contó con la participación de la Asociación Americana del Corazón, se destacó que los hombres son quienes presentan mayores diferencias en la interrupción del ritmo circadiano que las mujeres. Se piensa que los estrógenos (hormonas femeninas) tendrían un papel crucial en esto.

En tanto, la alteración de los ritmos biológicos y sociales también podrían desarrollar trastornos metabólicos, enfermedades coronarias y en el peor de los casos, cáncer, así lo dio a conocer otro estudio, publicado en abril de 2016 en el Journal of the American Medical Association (JAMA).

Una alimentación alta en grasas también puede dar pie a estos problemas, ya que además de alterar la sincronización de los relojes internos del cuerpo, aumenta de manera dramática las respuestas inflamatorias, que pueden ser decisivas en las enfermedades cardio y cerebrovasculares, agregó Earnest.

Si además de laborar en horarios variados, se trabaja durante largos lapsos de tiempo los problemas médicos también aumentan. Una investigación publicada en agosto de 2015 por la revista científica The Lancet reveló que quienes llevan jornadas laborales de 55 horas o más a la semana tienen mayor riesgo de sufrir una embolia cerebral.

De acuerdo con uno de los censos más recientes de EU, el 24% de la población latina trabaja en la construcción; el 22.5% se dedica a la agricultura, pesca y caza; el 21.9% trabaja en hospitalidad; el 18% en servicios como limpieza, peluquerías y el restante se divide en transporte, ventas, servicios de educación y administración.

Se ha encontrado que los trabajos de alto riesgo pueden desencadenar niveles altos de estrés. Aunado a esto, la poca actividad física, y hábitos como el alcoholismo y tabaquismo pueden tener un panorama nada favorable para la salud del paciente.

Para las personas que llevan patrones del sueño irregulares, Earnest recomienda mantener horarios específicos para las comidas, además de evitar una dieta alta en grasas, hacer a un lado el sedentarismo y dejar el tabaco.