Mitos y realidades sobre el alpiste

Según estudios realizados por la Universidad Autónoma de México, el alpiste contiene una poderosa enzima, la lipasa, una proteína que usa el organismo para disgregar las grasas de los alimentos de manera que se puedan absorber. El hecho de que la lipasa actúe sobre las grasas y también sobre el exceso de líquidos, es el origen de muchas de las propiedades medicinales que se le confieren al alpiste.

El cuerpo humano produce más de 20 tipos diferentes de enzimas digestivas. Además de descomponer los alimentos y producir energía, aseguran el funcionamiento del sistema inmunológico. Sin la lipasa, nuestro cuerpo no sería capaz de transformar y utilizar las grasas ni ayudar en el proceso de descomposición del alimento antes de que alcance el estómago.

Este efecto se le atribuye a la lipasa que contiene, una proteína secretada por el páncreas dentro del intestino delgado y que ayuda a que el cuerpo absorba la grasa descomponiéndola en ácidos grasos. Es posible que ayude a digerir grasas pero no existen estudios que lo demuestren.

Este efecto también se le atribuye a la lipasa que contiene. Investigaciones realizadas en Francia demuestra que las concentraciones de enzimas digestivas como la lipasa disminuyen con la edad y que envejecer altera las secreciones pancreáticas. Las enzimas pancreáticas son químicos naturales que ayudan a descomponer grasas, proteínas y carbohidratos.

Al igual que la creencia de que ayuda a bajar de peso, este efecto se le atribuye a la acción que produce la lipasa en el metabolismo de las grasas a nivel celular y su rápida eliminación del organismo. El colesterol es una sustancia cerosa, de tipo grasosa, que existe naturalmente en todas las partes del cuerpo. Los niveles de colesterol elevados en la sangre pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.

Nuevamente la lipasa que contiene hace pensar que puede mejorar los síntomas de la indigestión. Según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, un estudio clínico determinó que usar un suplemento de lipasa y otras enzimas reduce los síntomas generales de la indigestión incluyendo la sensación de estar demasiado llenos.

Se cree que la leche de alpiste o el té de alpiste tienen el poder de regular la presión arterial por la concentración de potasio que contiene. El potasio, es el tercer mineral más importante del cuerpo después del calcio y el fósforo, ayuda a mantener la presión normal al interior de las células, regula el balance de agua en el organismo y disminuye los efectos del exceso de sodio ya que propicia su eliminación a través de la orina.

Muchas personas leen información y escuchan historias de sus amigos y su familia y deciden probar el alpiste para cambiar una condición de salud específica. Los testimonios anecdóticos sugieren que es un aliado para la salud del corazón, vasos sanguíneos, hígado, riñones y páncreas. Sin embargo, las investigaciones sobre sus beneficios son escasas y no concluyentes, por ello es recomendable consultar al médico ante cualquier afección de salud.

El alpiste es una buena fuente de proteína. Casi el 20% de las semillas que están dentro de las cáscaras es proteína, sin embargo, no tiene más cantidad por gramo que la carne. La semilla del alpiste también contiene un 11.8% de fibras y posee entre sus componentes, ácidos salicílico y oxálico.

El alpiste tradicional y que consumen las aves contiene sílice, su cáscara está cubierta de fibras de sílice y es posible que haya un vínculo entre estas fibras y el cáncer esofágico. Investigaciones sobre harina contaminada con las fibras de sílice aseguran que sería el responsable de una mayor presencia de dicho tipo de cáncer en el sur de África, el noreste de Irán y el norte de China.