Quizás lo has visto en el supermercado y no sepas para qué sirve ni cómo se prepara. Se trata del melón amargo, un fruto alargado y de extraño aspecto, rico en vitaminas A y C que, además, puede ser un gran aliado para tratar la diabetes porque es capaz de regular los niveles de glucosa en la sangre. Sobre eso queremos hablarte.
El nombre oficial de esta hierba originaria de Asia es Momordica charantia Cucurbitaceae y, de acuerdo a un informe de American Botanical Council, contiene fitoquímicos, como compuestos fenólicos y flavonoides triterpenos, que son similares a la insulina. Todo esto le otorga la capacidad de regular la glucosa en personas con diabetes tipo 2.
Cuando hay diabetes tipo 2, la producción de insulina disminuye y aumentan de los niveles de glucosa. Hay evidencias de que el melón amargo potencia las acciones de la insulina al aumentar su secreción, aumenta la capacidad de los transportadores de glucosa (contrarrestando la hiperglucemia) y previene su absorción en la sangre.
"El melón amargo tiene un efecto parecido al del ejercicio: ayuda a los diabéticos a aprovechar la glucosa y a mantenerla en niveles estables. Aunque hay muchas drogas que hacen eso, el melón amargo no tendría efectos secundarios ni riesgos", explica Jiming Ye, especialista del Instituto de Materia Médica en Shanghai.
En Asia es común usar la fruta en diversos platos. Si está verde, puede cocinarse sola o con otras verduras y carne; si se remoja en agua salada antes de cocinarla, se reduce el sabor amargo. También se puede rellenar, freír o usar en pequeñas cantidades para agregar el sabor amargo a sopas y otros platos.
Tanto la fruta, como sus flores y brotes sirven para aromatizar muchos platos asiáticos. Los brotes y las hojas se cocinan y se comen como vegetales y las hojas y el extracto de la fruta sirven para preparar té. La fruta verde se consigue, especialmente, en tiendas de comestibles asiáticas y en algunos supermercados.
Frutas como la manzana y el melón agrio contienen fibra soluble y no incrementan los niveles de glucosa en la sangre, según el Centro de Diabetes Joselin. Esta fibra disminuye la absorción de los hidratos de carbono, es decir, los azúcares de la fruta no llegan a ser digeridos.
Para las personas con diabetes hacer un jugo combinando estas dos frutas es una buena alternativa. Solo debes licuar 1 melón amargo, ½ pepino, ½ lima (sin cáscara), 1 manzana verde y jengibre pelado al gusto. Tal vez sea un poco amargo, pero es importante no agregar más frutas dulces de lo recomendado.
Todavía no se ha determinado la dosis apropiada para que haga efecto. Se ha reportado que como jugo funciona en dosis de 50 a 100 mililitros en pacientes con diabetes; preparado de esta forma tiene efectos más potentes en el azúcar de la sangre y en los valores de laboratorio que la fruta secada al sol.
En adultos, el consumo de grandes cantidades de melón amargo puede causar diarrea y trastornos gastrointestinales y está contraindicado durante el embarazo (podría causar hemorragia uterina). En niños no se recomienda, de hecho, se informaron dos casos de coma hipoglucémico en menores, luego de tomar té de la fruta.
Suplementos: solo bajo supervisión médica
Dada la evidencia preliminar, el melón amargo se comercializa como suplemento (polvo, extractos, cápsulas) para disminuir los niveles de glucosa séricos. Sin embargo, un informe de Natural Medicines aclara que su seguridad y efectividad aún no se han establecido y solo se debe consumir bajo estricta supervisión médica.
Hay contradicciones en los resultados de los estudios sobre sus propiedades y estos no son concluyentes. Los efectos sinérgicos de los medicamentos para la diabetes con el melón amargo aún no se comprenden completamente. Solo un especialista puede vigilar cuidadosamente tus niveles de azúcar en la sangre.