Siempre nos hemos preguntado cuál es el origen de las pesadillas y por qué hay ciertos símbolos que nos atormentan una y otra vez en los sueños. Para echar luz sobre un tema tan oscuro, los científicos hicieron el más grande estudio y aquí te contamos los resultados.
Amplio estudio
Los horrores que acechan nuestras horas nocturnas han sido el motivo de una amplia y profunda investigación de psicólogos de la Universidad de Montreal, en Canadá, quienes estudiaron a más de 600 personas de ambos sexos y lo primero que hallaron fue que hombres y mujeres tienen diferentes pesadillas.
Analizaron 10,000 sueños relatados por hombres y mujeres, y comprobaron con asombro que los dos sexos tienen el sueño perturbado por muy diferentes tormentos. En la antigüedad, los asiáticos creían que modelar una figura con arcilla similar a la del sueño y tirarla al mar, acabaría con la pesadilla.
Las pesadillas de los hombres y los malos sueños son generalmente temas de desastre o calamidad, como inundaciones, terremotos y guerras. Y las personas con las que se sienten atormentados mientras duermen, son personajes totalmente ficticios. Entonces esta es otra gran diferencia de género: los sueños.
Otra diferencia de género que sorprendió a los científicos es que los hombres son mucho más propensos a tener pesadillas con insectos, serpientes y ratas, y las mujeres sueñan menos con éstos. Y también que los malos sueños de los hombres tienden a ser más agresivos, sin descanso y más negativos.
Ellas tienen otros oscuros sueños que las atemorizan: los conflictos inter-personales, como peleas con el esposo, familiar o compañero de trabajo, son mucho más frecuentes en las pesadillas de las mujeres, y sin embargo, mucho más raros en los hombres. Y sus personajes son muy reales.
El profesor Antonio Zadra, co-autor del estudio de Canadá y uno de los principales investigadores de ensueño del mundo, dijo: “esto podría deberse a la evolución, al papel arraigado del varón como el protector, siempre expectante de las amenazas físicas hacia su familia".
“Algunos expertos creen que la razón principal por la que soñamos es ensayar en nuestras mentes cómo sobrevivir a situaciones peligrosas. En el caso de los hombres, las pesadillas podrían ser un retroceso a los tiempos en que su supervivencia se basaba en la respuesta de lucha o de huida", dijo Zadra.
¡Ojo con lo que miras!
Otra teoría es que los malos sueños se basan en experiencias, intereses y miedos de todos los días. En la vida real, los hombres y los niños ven películas de terror y suspenso, mientras que las mujeres prefieren los dramas emocionales. Y así es como cambian los temas nocturnos de las pesadillas.
Más diferencias de género
Los sueños de los hombres se vuelven desagradables más rápidamente y permanecen de esa manera, dijo Zadra a Dailymail. “Y mientras que las mujeres tienen a menudo a alguien en sus sueños que trata de ayudarlas, los hombres están siempre más solos en sus pesadillas” agregó. Y ellas, también las recuerdan más.
Asustan y se borran
Otras evidencias que surgieron es que la caída o ahogamiento no son los temas más frecuentes, como se pensaba: forman el 1% de los sueños contados por las personas del estudio; y además, que son muy frágiles: los olvidamos rápido a menos que los escribamos enseguida, pero queda la sensación.
La lista del miedo
En primer lugar sobre las pesadillas reportadas por hombres y mujeres está la agresión física, incluyendo asesinato, violación y secuestro: conforman el 50% de todos los sueños horribles. Le sigue el tema de los conflictos y peleas, la infidelidad y el rechazo: son el 20% de los malos sueños.
Otros temas de terror
No poder cumplir o la imposibilidad de algo -que incluye el haber llegado tarde, haberse perdido, ser incapaz de hablar, olvidar o perder algo y cometer errores- estaba en el tercer lugar en cuanto a malos sueños. Al final, se ubicaron los problemas de salud y la muerte.
Tratamiento de las pesadillas
Para borrar sueños horrorosos recurrentes, los expertos utilizan una "terapia de ensayo de imagen” que implica que el paciente re-imagine el mal sueño, pero cambiando algo desagradable. Y hay pruebas de ensayos con víctimas de traumas que indican que después de esto, el sueño rara vez se repite.