Los lunares más famosos y sus secretos

Los lunares son crecimientos sobre la piel. Se producen cuando las células de la piel, llamadas melanocitos, crecen en un espacio rodeadas de tejido. Los lunares son muy comunes: la mayoría de las personas tiene entre 10 y 40 y se pueden desarrollar nuevos lunares hasta los 40 años.

Cuando las mujeres ven en Marilyn Monroe un símbolo de sensualidad en su lunar del rostro, comienzan a pintárselo con lápiz negro. Y esa no fue la primera vez: ya desde la época barroca, las mujeres se pintaban lunares como parte del maquillaje o para que las manchas de la piel pasen desapercibidas.

Los lunares suelen ser rosados, morenos o marrones. Pueden ser planos o elevados. Generalmente son redondos u ovalados y no mayores que una goma de lápiz, informa la Biblioteca Nacional de Medicina. Casi una de cada diez personas puede presentar un lunar atípico, llamado Nevo.

Es un tipo de lunar peligroso. Tiene forma anormal, es más grande, plano, tiene una mezcla de varios colores y su borde es confuso, según el Instituto Nacional del Cáncer. Las personas con muchos nevos son más propensas a desarrollar melanoma, pero no todos los nevos se convierten en melanoma.

Una pequeña protuberancia en el rostro da a muchas mujeres de Hollywood, un toque especial. Y la ganadora del Oscar es una de las actrices con esa característica. La palabra lunar proviene de que en la antigüedad, se creía que nacían por influjo de la luna.

Todos los seres humanos tienen lunares, incluso las personas de tez muy oscura, aunque a ellos se les noten menos. El lunar común puede calificarse como un tumor benigno o cáncer dérmico, pero no suele provocar ningún problema, salvo que a unas personas les gustan y a otras no.

Otra bella actriz con un lunar como marca de belleza propia. Aunque ella sabe llevarlo, muchas personas deciden quitarse el lunar por razones estéticas, y esto debe ser evaluado junto al médico. Casi nunca se recomienda, pero en caso de que éste lo apruebe, se elegirá un método apropiado.

Las personas que tienen más de 50 lunares comunes, tienen una mayor probabilidad que otras de desarrollar un tipo peligroso de cáncer de piel conocido como melanoma. Pero los lunares comunes no se transforman en melanoma, informa el Instituto Nacional del Cáncer.

Mucho se dijo sobre los lunares relacionados con la sensualidad en el rostro de la mujer. Sin embargo, éstos también pueden crecer en otras partes, generalmente en las más expuestas al sol, y rara vez crecen en el cuero cabelludo, el pecho o las nalgas.

Aunque no se sabe porqué empiezan a cambiar los lunares, un lunar que cambia sigue siendo la clave principal para detectar el melanoma, el tipo más agresivo de cáncer de piel. Un 80% de las personas diagnosticadas con melanoma, tuvieron como primer síntoma, un cambio en un lunar.

Es un tipo de cáncer de piel potencialmente peligroso, ya que puede invadir los tejidos cercanos y propagarse a otras partes del cuerpo, tales como el pulmón, el hígado, los huesos o el cerebro, según el Instituto Nacional del Cáncer. Es importante detectarlo a tiempo.

Tiene un particular lunar en su mejilla derecha. Para evitar riesgos, el Instituto Nacional del Cáncer informa que las personas deben avisar al médico si notan cambios en un lunar: de color, tamaño, forma o textura; cuando la piel se vuelve seca o escamosa, o si comienza a picar, sangrar o supurar.

No. Por lo general, la gente no necesita eliminar un nevo displásico o un lunar común. Una razón es que muy pocos se convierten en melanoma, y la otra razón es que incluso la eliminación de todos los lunares, no impediría el desarrollo de melanoma, que puede hacerse en otra zona de la piel.

La cantante también forma parte de la gran comunidad de adultos estadounidenses - aproximadamente 300 millones de personas - que tienen lunares comunes. Y se estima que alrededor de 1 de cada 10 estadounidenses, es decir 30 millones de personas, tienen al menos un nevo displásico.

Aunque los lunares comunes también pueden estar presentes al nacer, suelen aparecer en la infancia. La mayoría de las personas continúa desarrollando nuevos lunares hasta los 40 años, aunque en los adultos mayores, los lunares comunes tienden a desaparecer.