Los insectos más nutritivos

Los problemas de alimentación cada vez van en aumento. Según explica la FAO, en el 2030 se tendrá que alimentar a más de 9.000 millones de personas, así como también a miles de animales que se crían anualmente.

Además, la agricultura ya no es una opción sostenible ya que los océanos están sobreexplotados y el cambio climático junto con la escasez de agua podrían complicar la producción de alimentos. Para enfrentar la hambruna, en la ONU se piensa que la comida debe ser revaluada. Aquí es donde entran los insectos.

"No estamos diciendo que la gente deba comer bichos", ha subrayado Eva Muller, coautora del informe divulgado por la FAO. "Lo que decimos es que los insectos son uno de los recursos que brindan los bosques, y se encuentra prácticamente por explotar su potencial como alimento".

En el informe de la FAO se compilan más de 200 clases de insectos, así como su valor nutrimental, dónde los podemos encontrar y hasta se mencionan algunas sugerencias de cómo prepararlos.

Lo que es una realidad es que cerca de 2 millones de personas en el mundo incluyen a los insectos en su dieta. Por lo general se comen más de 1.900 especies, principalmente en los continentes africano y asiático, de acuerdo con información de la FAO.

Según este informe, la plaga de langostas australiana, que se encuentran en el continente de Oceanía, aportan 499 kilocalorías por cada 100 gramos que se consumen, lo cual equivale a poco más del doble de energía que lo que generan 100 gramos de pan integral.

Según la FAO, lo más consumido son los escarabajos (31%), orugas (18%), así como las abejas y hormigas (14%). Después les siguen los saltamontes, langostas y grillos (13%), cigarras, saltamontes, chicharritas, cochinillas y chinches (10%), libélulas (3%) y finalmente las moscas (2%).

Ubicadas también en Australia, y conocidas con el nombre científico “Oecophylla smaragdina", la hormiga verde tejedora aporta 1,272 kilocalorías por cada 100 gramos, lo cual significa más energía que 100 gramos de lentejas, 100 g de arroz blanco y 100 g de queso manchego juntos.

La ONU, explica que "la recolección de insectos y su crianza a nivel del hogar o la escala industrial puede ofrecer importantes oportunidades de subsistencia para las personas, tanto en países en desarrollo como en países subdesarrollados".

Conocidos con el nombre científico de “Melanoplus femurrubrum”, y originarios de la región de Quebec, en Canadá, los saltamontes de patas rojas también pueden ser la opción en las zonas de escasos recursos. Por cada 100 gramos aporta 160 kilocalorías, lo que equivaldría a comerse un huevo entero.

Existen grandes ventajas que se pueden extraer de este tipo de alimentación, por ejemplo: en un país en desarrollo, los más pobres se encargarían a la recolección, el cultivo, el procesamiento y la venta de insectos, logrando así una dieta nutritiva y sus propios ingresos en efectivo, según propone el informe.

Conocidos también como “Tenebrio molitor”. Dependiendo de la etapa en que se encuentren estos bichos, originarios de Illinois, en Estados Unidos proveen de varios nutrientes. Por ejemplo, si se trata de una larva aporta 206 kilocalorías / 100g y si es un adulto solo produce 138 kcal /100g.

En la lucha contra el efecto invernadero que desarrolla la ganadería, los insectos emiten menos cantidad de gases por lo que incluirlos masivamente a nuestra dieta son la mejor alternativa. La ventaja es que son fáciles de recoger y criados con una inversión mínima, explica la FAO.

En Lago Victoria, en África Oriental los insectos comestibles como las termitas son abundantes mientras la comida escasea. Es por esto que los habitantes los asan, los secan y los muelen para mezclarlos con otros ingredientes y transformarlos en productos alimenticios, como galletas, pasteles y muffins.

Los insectos son una fuente de alimento muy nutritivo y saludable con alto contenido en grasas, proteínas, vitaminas, fibra y el contenido mineral. El valor nutricional es muy variable debido a la amplia gama de bichos, incluso cambia dentro del mismo grupo de especies. Informa la FAO.

Las “Myrmecocystus melliger”, son unas hormigas melíferas que se pueden encontrar principalmente en el estado de Hidalgo, en México. 100 gramos de estos bichos proveen 116 kilocalorías, o lo mismo que aportarían 400 gramos de una jugosa sandía.

La FAO explica que existen lugares del mundo como en los trópicos donde comer insectos es bien aceptado en comparación con otros países del occidente, por lo tanto se debe difundir que los insectos son una valiosa fuente de nutrición para contrarrestar la creciente occidentalización de dietas.

Esta especie proveniente de Tailandia bien podría ser cocinado asado y sazonado con un ligero toque de sal. Comer 150 gramos aporta la misma energía que un delicioso corte de bistec de ternera: aproximadamente 120 kilocalorías.

En el occidente se encuentra la gran barrera del asco, según informa la ONU. Sin embargo, La FAO recomienda "la creación de nuevas recetas en los restaurantes y el diseño de nuevos productos". Parece difícil, pero el organismo sabe que las dietas cambian rápido, sobre todo en un mundo globalizado.

Esta especia de chinche, es muy popular en el continente asiático. Es preparado en un plato junto con fideos arroz, huevo y otros ingredientes. Una pequeña porción podría aportar lo mismo que 100 gramos de calabazas, cebollas, champiñones, tomate y zanahorias, es decir, 165 kcal.

El saltamontes de arroz es popular por ser la amenaza de los agricultores. Sin embargo sus propiedades podrían ser más nutritivas que cualquier cosecha ya que aporta 149 kilocalorías por 100 gramos, es decir, el mismo contenido energético que consumir una lata de sardinas.

Originaria de Holanda, estos insectos podrían ser unos de los alimentos más completos, ya que de acuerdo con la FAO, aporta 179 kcal, lo que compensaría a una buena porción de salmón.