Los gatos ¿promueven o ahuyentan la salud?

En EE.UU., dos de cada tres hogares cuentan con una mascota. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), estos habitantes de la casa ayudan a sus dueños a bajar la presión, el colesterol y los triglicéridos, ya que fomentan el movimiento y las actividades al aire libre. También ayudan a socializar, lo cual incide en el estado de ánimo y mejora la salud mental.

Se estima que el ronroneo de los gatos es terapéutico, ya que emite vibraciones con una frecuencia capaz de reducir el estrés. Este sonido también favorece el control de la ansiedad y hay estudios que sostienen que ayudan a la recuperación de huesos, músculos y cartílagos.

Algunas personas tienen temor de contraer alguna enfermedad por tener un gato. Estos felinos a veces son portadores de un parásito llamado toxoplasma gondii, responsables de una enfermedad llamada toxoplamosis, o “la enfermedad de los gatos”. Se puede evitar llevando regularmente a la mascota al veterinario y extremando las condiciones de higiene en el hogar.

Un estudio del Centro de Investigación Tour du Valat demostró que tener un gato reduce las probabilidades de tener cáncer. Marion Vittecoq, autora del trabajo, explicó que no se han hallado vínculos entre la enfermedad y los dueños de las mascotas.

Frédéric Thomas, coautor del estudio, agrega que los dueños de perros y gatos tienen menos posibilidades de desarrollar un tipo de cáncer llamado linfoma non-Hodgkin . La enfermedad ataca los linfocitos, que son un tipo de glóbulo blanco de la sangre. Según surge de los casos analizados, quienes tienen una mascota hace muchos años parecen tener menor riesgo de contraer la enfermedad.

Los niños que viven en hogares con gatos, y mascotas en general, tienen menos enfermedades del tracto respiratorio. El primer año de vida el contacto con animales puede ser de mucha ayuda, porque crea anticuerpos, según indica Eija Bergroth en un trabajo publicado en el journal Pediatrics.

Thomas explica que los humanos pueden contraer infecciones por la bacteria "de los gatos" con el consumo de carnes poco cocidas, en especial las de cordero. Ingerir tierra, frutas, vegetales y la leche de cabra cruda contaminadas con esta bacteria también pueden provocar enfermedades. Se transmite del mismo modo que la E. coli.

El doctor James Griffin, científico del Instituto de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver, informa que convivir con una mascota favorece la salud de los niños desde el punto de vista fisiológico y psicológico. Muchos niños que están enojados admiten descargar su rabia hablando con sus mascotas. Y en caso de niños autistas, favorecen la interacción con el mundo exterior.

En varios pacientes con Alzheimer se observó que los que convivían con mascotas tenían menos ataques de ansiedad, y en quienes padecen de sida hubo menos casos de depresión. A su vez convivir con una mascota ayuda a tener una presión arterial más baja, y menos casos de enfermedades respiratorias, asma y eczemas.

Un estudio de la Universidad de Minnesota halló que las personas que conviven con un gato tienen menos probabilidades de contraer una enfermedad cardiovascular. Y en quienes no poseen una mascota este riesgo aumenta entre un 30 y un 40%.

Las personas que conviven con su gato revelan sentirse mucho más acompañadas y lejos de sentirse deprimidas o desmotivadas. A su vez les ayuda a controlar la ansiedad y aliviar el estrés, y sin duda reduce las visitas al médico, con una ventaja desde el punto de vista económico.

Si hay gatos no hay roedores ni las diversas enfermedades que pueden propagar a través de su saliva, orina o excrementos. Los CDC informan que las más severas son el hantavirus, la leptospirosis, la triquinosis, la fiebre hemorrágica, la tularemia o fiebre de los conejos y los parásitos intestinales.

Para muchos, un gato representa pelos por toda la casa, un sofá rasgado y los muebles con rasguños, además de los maullidos intensos por la noche que no dejan dormir. Pero el programa PASW (Pet Away Worry & Stress) quiso demostrar que tenerlos ¡Es una ventaja!

El experimento hecho por este programa en la Universidad de Minneapolis y el Servicio de Salud de la Universidad Boynton convocó a mas de 400 personas para que abrazaran animales. ¡Y la gran mayoría reveló que fue una inolvidable experiencia!