Conoce las opiniones médicas y estudios realizados sobre un tema atrapante: los dramas de hospitales, salas de emergencia e intimidades médicas, dentro y fuera de las salas. ¿Nos ayudan a tomar conciencia de algunos males? ¿Por qué los miramos?
Dr. House, el máximo
Una serie que ha atrapado a todos, por los casos difíciles que propone, de la mano del provocativo, poco convencional y entrañable médico Gregory House. Hace foco en el diagnóstico de los pacientes donde los métodos poco ortodoxos de él, desencadenan muchos conflictos.
El profesor George Ikkos, presidente de la sección de psiquiatría de la Sociedad Real de Medicina, del Reino Unido, asegura que el interés por las series sobre medicina tiene que ver con el hecho de aprender sobre nosotros mismos a través de otras personas.
La serie recibe su nombre de un famoso libro de anatomía utilizado por los médicos estadounidenses durante sus primeros años de estudios. Está ambientada en un hospital ficticio, donde la Dra. Meredith (Ellen Pompeo) interactúa con sus colegas; se accede al lado dramático y humano de los médicos.
"La integridad de nuestro cuerpo es sumamente importante. Debemos preocuparnos más por éste, y eso es precisamente lo que ocurre. Las series de este tipo son dramáticas y emocionantes, e involucran a una gran cantidad de gente con la que nos podemos relacionar", afirma el Profesor George Ikkos.
Con crudeza y complejidad de muy buen nivel, duró 15 temporadas y ganó 22 Emmy. La serie trata de cómo se resuelven los casos en la sala de urgencias, y cómo se juega la vida humana con cada decisión. Muestra un mundo tan cruel como gracioso, tan crítico y real como la vida misma, tal vez por eso atrae tanto.
Dice el profesor Ikkos sobre este tipo de series: "Los programas bien producidos y con información certera pueden ser útiles, ya que se involucran todo tipo de personas, de todo nivel educativo, el mensaje penetra profundo en la sociedad", señala.
Alma Dzib Goodin, neurocientífica de la Universidad de Lomonov, en Moscú, estudió el impacto que los programas médicos tienen en la vida cotidiana. Participaron 1,523 personas de entre 20 y 47 años, de México, Estados Unidos, Rusia y Holanda que hubieran visto al menos 5 capítulos de series médicas.
La investigadora Goodin comprobó que en este tipo de programas se aprende: el 97% de los participantes respondió correctamente a la definición de términos científicos que se emplean en las series de televisión, lo cual implica que las ideas son bien asimiladas por las personas que ven estas series.
Una estudiante de medicina (Mammie Garner) llega a trabajar con entusiasmo a un hospital y tropieza con un ambiente difícil. Alumna estudiosa y ensimismada, ella querrá convertirse ahora, en una adulta responsable y más abierta a los demás. Bastante medicina con fuerte contenido humano, es una propuesta irresistible.
¿Todos somos expertos en medicina?
Según el estudio realizado por la Dra. Goodin, el 91%del público de estas series espera un tratamiento específico para su enfermedad. El 89% no cree necesario ir al doctor, excepto en casos de ataques cardíacos o ACV, y el 92% conoce los principales medicamentos y para qué se usan (vicodín, diazepam, tylenol y Ancef).
Próxima a estrenarse, se trata de Jeffrey Kohn (Steven Pasquale), un brillante neurocirujano que esconde un terrible y oscuro secreto: tiene desdoblamiento de personalidad y deberá luchar entre esta condición y su profesión. Pero…¿un médico puede curar estando tan enfermo?
Las percepciones del público son sorprendentes: el 99% piensa que los médicos siempre tienen una respuesta a las enfermedades, y el 98% cree que el cáncer es curable sólo con quimioterapia. Y el 100% coincide en que un médico es capaz de curar cualquier enfermedad, siempre y cuando se le presente el caso a tiempo.
Private Practice, bajo presión
Esta serie también pone a los médicos (Kate Walsh, Timothy Daly) en constantes decisiones bajo la presión de salvar vidas. La popularidad de los dramas de medicina sugiere que nos gusta mirar cosas sobre gente que está lidiando con dolores o problemas que podríamos tener en algún momento de nuestra vida.
Thomas Wright, autor del reciente libro "Circulation", dice: "buscamos a los médicos y científicos para obtener respuestas. Esperamos que puedan superar la enfermedad y la muerte. Los ponemos en un pedestal". Y también se refiere a la percepción: "El solo hecho de ir a un médico, ya hace que la persona se sienta mejor".
El protagonista (Michael Shanks) es un cirujano que termina en coma en el mismo hospital donde trabajaba. En una situación inexplicable, recorre las instalaciones como un fantasma. Pero ahora, desde otro ángulo, él puede ver lo importante que es prestar atención a la mente de los pacientes. ¿Será un cambio positivo?
Demasiado perfectos
Y la idea del aspecto físico en series de medicina es otra preocupación que aborda la investigadora Alma Dzib Goodin: es negativo que siempre el paciente se vea bien peinado y maquillado, y los médicos también. El 45% de los encuestados aseguró que los médicos deben tener ciertas características físicas para ser buenos médicos.
The Mob Doctor: pacto con el diablo
La Dra. Grace Devlin (Jordana Spiro) es una residente brillante, que está anunciada como una de las cirujanas jóvenes más prometedoras. Pero será manejada por sus lazos familiares: para pagar una deuda de su hermano con la mafia, hace un pacto con el diablo y se compromete a trabajar fuera de la ética para hombres “Non santos”.
Una dosis de realidad
La Dra. Goodin cree que las series son educativas, pero se deben reformular algunas ideas. “Valdría la pena analizar el papel de estas series como medios didácticos en las universidades, porque son buenas influencias, sólo creo que deben ser acompañadas de algo más de realidad”, declaró.