Hipotermia: Lo que tienes que saber

Es el descenso de la temperatura corporal por debajo de los límites normales. Una temperatura corporal menor a 95°F (35°C) constituye una emergencia médica y puede causar la muerte si no se trata rápidamente.

La hipotermia es más común en ambientes fríos y cualquier persona que pase mucho tiempo en espacios abiertos o con exposición directa al frío puede sufrirla. Los bebés, las personas mayores y las personas sin hogar son quienes tienen mayor riesgo.

Una temperatura corporal menor a 95°F (35°C) puede ocasionar debilidad, cansancio, estupor, letargo y coordinación alterada. Con temperaturas por debajo de 89.6°F (32°C), se puede presentar delirio, bradicardia, hipotensión e hiperventilación.

El organismo reacciona al frío disminuyendo la circulación para proteger los órganos vitales. En la primera fase, los vasos sanguíneos de las manos y pies se contraen para que circule menos sangre. Se presentan escalofríos, piel de gallina, aumenta el gasto calórico y la frecuencia respiratoria y cardíaca.

En la segunda fase, los temblores y escalofríos son más violentos, los movimientos son lentos y torpes y se observa una descoordinación muy evidente. La víctima, aunque parece alerta, está pálida. Los labios, las orejas y la punta de los dedos pueden ponerse azules.

Aquí hay dificultad extrema para moverse, la piel se pone azul y los temblores cesan. Se pueden presentar somnolencia y confusión mental. La respiración y los latidos cardíacos disminuyen, se vuelven lentos y débiles. Al cabo de un rato los órganos vitales comienzan a fallar y puede sobrevenir la muerte.

El peligro de muerte por hipotermia empieza cuando la temperatura corporal baja de los 95°F (35°C) y los vasos sanguíneos comienzan a congelarse y la sangre se convierte en hielo. Al cabo de una hora, los brazos y las piernas estarán helados y si la temperatura continúa descendiendo, y la persona puede entrar en coma y morir.

Una vez que alguien ha desarrollado hipotermia, debe ser calentado rápidamente. En las primeras fases, ponerle ropa seca y cálida, darle bebidas calientes o acurrucarle en un saco de dormir, y ayudarle a que recupere la temperatura.

Cuando una persona sufre de hipotermia o congelamiento de alguna parte de su cuerpo, se le debe trasladar lo antes posible al hospital o centro de salud, mientras llegan para atenderlo: retíralo de la zona fría, de corrientes de aire y trata de calentar el centro del cuerpo, en especial el pecho, el cuello, la cabeza y la ingle.

El frío afecta la piel de dos formas: hace que la circulación se ralentice debido a la constricción de los vasos sanguíneos en la epidermis para reducir la pérdida de calor y debilita su armadura protectora, lo que ocasiona que la piel se reseque y se vuelve más sensible.

Otro de los efectos del frío extremo son las quemaduras. Pueden ocurrir por estar sometidos a agua fría o por contacto directo de alguna parte del cuerpo con el hielo, cuando esto sucede hay que introducir la parte afectada en agua tibia o cubrirla bien.

Trata de evitar los lugares fríos y pon atención a lo fría que está la temperatura en el lugar donde te encuentras. Consulta el pronóstico del tiempo para saber si el clima va a estar ventoso y frío. Trata de quedarte adentro o de permanecer en un lugar caliente en días fríos y ventosos.

Un abrigo o chaqueta impermeable puede ayudarte a permanecer caliente si hace frío y está nevando. Vístete con varias capas de ropa holgada cuando hace frío. Las capas de ropa atraparán el aire caliente que se acumula entre una prenda y otra.

El cuerpo se calienta mediante el transporte de sangre caliente a través de los vasos arteriales, venas y capilares. Si los vasos que transportan la sangre caliente se exponen al frío, la sangre se enfriará. La cabeza y las extremidades deben estar protegidas ya que el cuerpo pierde más rápido temperatura en esas áreas.

Para combatir el frío, es necesario abrigarse, pero también es importante alimentarse bien. Es una buena opción para recuperar la sensación de calidez y bienestar, elegir los alimentos adecuados. Una dieta caliente y rica en nutrientes es imprescindible para entrar en calor y mantener la temperatura corporal.