Famosos que se resisten a las cirugías

Es la última famosa en declararse públicamente en contra de la cirugía. La declaración parece no costarle mucho a la actriz de 44 años que se ve más bella cada año. Su secreto: resaltar sus virtudes. "A medida que las mujeres envejecen, la belleza se debe enfatizar, pero no con ayuda del cirujano", explica la mexicana.

"Las mujeres tienen derecho a pelear por preservar su juventud", pero de manera natural. "Son como el uniforme de esta generación (las cirugías). No se ven arrugadas, pero no se ven bellas", dijo la actriz en la edición de septiembre de la revista Allure .

La actriz de "Titanic", de 35 años, formó la "Liga Británica Anti-cirugías cosméticas", según relató al periódico "The Telegraph". Integran este grupo anti-bisturí otras prestigiosas artistas, como Emma Thompson y Rachel Weisz. "Nunca me rendiré", explicó Winslet. "La cirugía cosmética va en contra de mi moral y de lo que considero que es la belleza natural". Y agregó: "Soy actriz, no quiero congelar la expresión de mi rostro".

También integra la "Liga Británica Anti-cirugías cosméticas". Con 41 años, la artista comentó que la gente "que luce demasiado perfecta no luce sexy ni particularmente bella". Además, opinó que en Hollywood, un rostro con carácter es un bien preciado, más allá de las presiones de mantener un aspecto joven.

Amiga de Winslet desde que actuaron juntas en "Sense and Sensibility", la también británica Emma Thompson, de 52, forma parte de la nueva liga anti-cirugías y dice que no puede creer "que todo el mundo quiera parecer de 20 o 30". "Estamos en un horrible camino en donde pareciera ser que lo único importante es la juventud".

“Dios me bendijo con algunos estupendos y únicos rasgos, algunos bonitos, como mis ojos, y otros no tanto…”. Para mantenerse siempre impecable, la actriz de 35 años, reconoce que se hace unos cuantos tratamientos antienvejecimiento para detener el proceso. “Pero nunca cortaré mi cara”, aseguró.

Según la Academia Americana de Cirugía Facial Plástica y Reconstructiva, existe una nueva tendencia de los consumidores de optar por procedimientos menos invasivos para verse y sentirse “refrescados”. Los más pedidos son el ácido poliáctico , el peeling químico, el ácido hialurónico y el botox.

La actriz española cuida mucho de su aspecto personal. Sin embargo, se ha expresado en contra de las cirugías plásticas: “He visto a mis abuelas envejecer y están tan hermosas. Cada arruga en sus caras cuenta una historia. Yo quisiera sentirme así dentro de 30 años. Siempre elegiré ese tipo de belleza...”.

Según la Asociación Americana de Cirujanos Plásticos, el lifting de cara fue una de las principales cirugías entre 2000 y 2004. En 2005, pasó a ocupar el primer puesto el lifting de abdomen. El 91% de las personas que se realizan una cirugía cosmética son mujeres; mientras que el 9% son hombres.

A los 61 años, sigue luciendo la misma belleza particular que la hizo famosa, en 1979, en “Kramer vs Kramer” . Convencida de que hay que “celebrar la vida”, ve el lado positivo de no hacerse cirugías: cuando la eligen en un casting, lo hacen por sus "dotes actorales" y no "físicas".

Un fenómeno cultural sigue sorprendiendo a los cirujanos: los pacientes que piden que los operen para parecerse a alguna celebridad. Aunque en el último tiempo esta tendencia se redujo, las facciones más pedidas son: los labios de Angelina Jolie y la nariz de Ashlee Simpson.

De chica, quería achicarse los pechos pero su madre le dijo que “Dios la iba a castigar”. En la actualidad, la colombiana se opone a las cirugías plásticas. “Los Ángeles es una locura. Todas las mujeres se ven iguales. Eso que se hacen en las mejillas, como Madonna, terminan pareciendo un bicho raro”.

La actriz estadounidense que vive en Londres aseguró que está completamente en contra de usar siliconas o botox por vanidad... pero admite que no está en contra de una cirugía correctiva de senos, "especialmente después de amamantar", expresó al diario "The Telegraph".

Debido a los riesgos de las cirugías y a una cuestión económica, cada vez más personas prefieren los tratamientos "no invasivos", como aplicarse rellenos o botox antes que hacerse una cirugía plástica. En una década, estos procedimientos aumentaron un 99%.

La angelical actriz reconoce que no sabe qué pensará cuando llegue a los 60 o 70 años. Pero ahora está en contra de las adolescentes que se aumentan los senos. Además, su marido le dijo que se divorcia si ella se hace algo. “Yo no creo que la gente luzca mejor (con las cirugías); se ven diferentes”.

La aplicación de bótox creció en forma vertiginosa en la última década. En 2009, se realizaron 509% más aplicaciones. En total 4,8 millones de personas se inyectaron bótox para borrar sus arrugas.

Aunque reconoce que no tiene una nariz bonita, ella asegura que se siente bien así, ya que es un rasgo que la identifica. A los 47 años, el paso del tiempo empieza a advertirse en el rostro de la protagonista de “La habitación del pánico“, pero igual luce fabulosa.

Reduce o elimina temporalmente las líneas del entrecejo y la frente, las “patas de gallo” y las arrugas del cuello. La toxina bloquea los impulsos del nervio paralizando temporalmente los músculos que causan las arrugas. Riesgo: el rostro puede perder naturalidad y gracia, además de quedar asimétrico.

A la actriz de “Las Horas” no le preocupa demasiado que las agujas del reloj sigan girando. De hecho, en una entrevista con la revista británica Observer reconoció que tiene arrugas en el entrecejo pero igualmente no está a favor de los rellenos: “Yo no sé porqué las mujeres se ponen botox”.

Así lo dictaminó la Academia de Cirugía Facial Plástica y Reconstructiva. Una sola vez tuvo que operarse, cuando a los 20 sufrió un accidente. Le quedó una cicatriz en el mentón. Sin embargo, nunca más quiso volver al quirófano, ni siquiera para atenuar esa marca. ¿Acaso lo necesita?

Reduce las arrugas de la frente y del entrecejo. Y mejora el aspecto de las cejas caídas. Riesgos: cicatrices desfavorables, hematomas, infecciones, mala cicatrización, pérdida del cabello en la cicatriz, asimetría facial, pérdida de sensación en la piel, complicación en los ojos y párpados.

Con 46 años, continúa siendo uno de los actores más irresistibles de Hollywood. “Soy una de esas personas que odiarías por su genética. Es la verdad”. Y a pesar de que han asomado algunas arruguitas, Brad considera que el envejecimiento es algo lógico.

Uno de los errores de muchas personas es que depositan en la cirugía tantas expectativas, que después de operarse se desmoronan. La Asociación Americana de Cirujanos Plásticos advierte que “cualquier cirugía plástica puede mejorar una parte del cuerpo pero raramente mejorará toda tu vida”.

“Nunca me haré un postizo, ni me teñiré el pelo, ni iré al bisturí. Tendrán que aceptarme tal como me conocieron”, aseguró el actor de “El guardaespaldas”. Para Costner siempre el público hace comentarios. Por eso cree que es mejor no estar pendiente de lo que dice la gente.

Es fundamental que el cirujano plástico: tenga al menos 6 años de experiencia con un mínimo de 3 en cirugía plástica, opere sólo en centros acreditados y adheridos a un estricto código de ética, se haya seguido capacitando y esté certificado por el Consejo Americano de Cirujanos Plásticos.