Una mujer británica fue protagonista de un hecho milagroso: su corazón se detuvo por casi 3 minutos y luego volvió a latir, en medio de un parto complicado donde ella daba a luz a su cuarto hijo. Conoce la historia de Rachel o cuando la fuerza de la vida triunfa contra los más duros pronósticos.
Nacimiento milagroso
Rachel Morris, de 31 años, perdió 6 litros de sangre durante una cesárea traumática de emergencia, en la que nació su hijo James. Fue tal su grado de gravedad que en un momento los médicos se dieron cuenta que su corazón se había paralizado, arrojándola a un estado desesperante: estaba clínicamente muerta.
Contra todo pronóstico
Ella padecía de placenta previa y en el momento del parto, todo se complicó porque los médicos vieron que estaba unida a una importante arteria. Con su vida pendiente de un hilo, la única forma de salvarla era remover su útero. Rachel dijo: “me pusieron un respirador y un sistema de circulación especial de sangre, que reponía toda la que yo perdía”.
Esperar lo peor
Mientras su esposo Kevin y su madre esperaban afuera, veían a las enfermeras corriendo con bolsas de sangre y sabían que eran para ella. "Los médicos les dijeron que se prepararan para lo peor, y eso debe haber sido terrible para ellos" contó Rachel. Y ahí, en medio de ese caos en el quirófano, fue cuando ella murió.
Valía la pena
Entonces los médicos pensaron en salvar al bebé, pero luego fueron sorprendidos cuando, pasados algo más de 2 minutos y medio, ella recuperó de nuevo todos sus signos vitales. Rachel dijo: “realmente no puedo creer lo que pasó. Yo estaba muy mal, pero sabiendo que venía James al mundo, sentí que valía la pena vivir”.
Volver a casa
Sorprendentemente, sólo 5 días después de la terrible prueba, Rachel Morris se recuperó y pudo volver a casa a abrazarse con sus otros 3 hijos. Pero faltaba James, que al haber nacido prematuro y en condiciones extremas, pudo dejar el hospital y reunirse con todos, recién después de pasadas las 4 semanas de haber nacido.
El presente
Han pasado 11 meses de ese día y tanto el bebé como su madre se encuentran en perfecto estado de salud en su hogar de Cheltenham, en Reino Unido. Rachel contó que ese hecho le cambió la vida para siempre, y que le parece increíble ver a James sano después de todo lo que pasó.
¿Qué es la placenta previa?
A comienzos de embarazo, la placenta está en la parte baja del útero, pero luego se desplaza hacia la parte superior. En el tercer trimestre, la placenta debe estar cerca de la parte superior del útero, de manera que el cuello esté despejado en el parto. Pero cuando lo cubre y obstruye, se llama placenta previa. (Biblioteca Nacional de Medicina).
Incidencia y riesgos
La placenta previa ocurre en 1 de cada 200 embarazos y es más común en mujeres que tienen un útero mal formado, muchos embarazos previos, embarazos múltiples o cicatrización del revestimiento del útero por antecedentes de embarazos anteriores, cesárea, cirugías o abortos.
¿Es peligroso?
Casi todas las mujeres con placenta previa necesitan una cesárea. Si cubre todo o parte del cuello uterino, un parto vaginal puede causar sangrado intenso, y sería mortal para la madre o el bebé. Si la mujer tiene sangrado profuso, el bebé tal vez necesite nacer de manera prematura, como en el caso de James, el bebé británico.