Cuáles son los trastornos alimenticios más raros

En mayo de 2013, la Asociación Americana de Psiquiatría cambió la clasificación de los desórdenes alimentarios en su manual de diagnóstico y estadísticas, conocido como DSM-5, y agregó algunos desórdenes nuevos. La medida tiene como objetivo dar mejor atención a quienes los padecen.

También llamada anorexia nerviosa. Según el Instituto Nacional de la Salud Mental, ocurre cuando una persona no come lo suficiente porque se siente gorda. Se diagnostica ante un peso 15 % por debajo de lo normal.

En la bulimia o bulimia nerviosa, la persona come en exceso y luego se provoca vómitos, o se aplica purgas mediante diuréticos, laxantes o enemas. A veces se excede con el ejercicio para quemar las calorías consumidas.

Según los Institutos Nacionales de la Salud, es el deseo de ingerir materiales no comestibles como tierra, papel o arena. Se da cuando se busca percibir cierta textura particular en la boca, pero puede ser nocivo para el organismo.

Es más frecuente en niños y adolescentes, y consiste en restringir en forma patológica ciertos tipos de comidas, como pueden ser pescados o vegetales. Este trastorno se asocia con problemas psicológicos o fisiológicos.

Hay otros desórdenes que suelen pasar inadvertidos y todavía no han sido incluidos específicamente en las nóminas oficiales. Pero cada vez son más comunes, tienen nombre propio, y cuando se logran diagnosticar, a veces es un poco tarde.

Es la preocupación excesiva y permanente por el aspecto físico, pueden ser las piernas, la altura, la nariz, etc. Suele no ser visto por los demás, pero para quien lo padece es muy evidente y ve distorsionada su imagen en el espejo.

Ocurre cuando se pierde el control sobre lo que se ingiere, pero como esta conducta produce culpa o angustia, se sigue comiendo. Estos episodios no se acompañan con purgas, ejercicio o ayuno, por eso causan obesidad o sobrepeso.

Quien lo sufre, en lugar de dormir se levanta varias veces a comer, y llega a consumir más de la mitad de las calorías diarias necesarias. Se modifica su reloj biológico y causa irritabilidad, tristeza, culpa y riesgo de obesidad.

Variedad de dismorfia muscular más frecuente en hombres. Según el Instituto Nacional de Salud Mental, ellos se ven pequeños y quieren desarrollar músculos. Corren el riesgo de usar esteroides o fármacos peligrosos para aumentar la masa muscular.

Se la llama también “dieta del dolor” y es un caso extremo de anorexia acompañada de sadismo, ya que la persona se provoca auto-lesiones, para acabar con la ansiedad que le causan las ganas de comer. Asi adquieren una delgadez máxima y dañan su organismo.

Quien lo padece supone que conseguirá grandes beneficios físicos y psíquicos si consume comida “sana”, librándose de los efectos nocivos de los alimentos industrializados. Pero crea una especie de dependencia o adicción.

Trastorno moderno donde la persona piensa que todo lo que come engorda. Eso le lleva a probar diferentes dietas milagrosas, muchas de ellas poco saludables. Hay expertos que consideran que es el paso previo a la anorexia o a la bulimia.

Alterna episodios de hiperactividad y ayuno - típicos de la anorexia - con los atracones y purgas clásicas de la bulimia. Suele afectar principalmente a mujeres jóvenes y se manifiesta con sequedad en la piel, trastornos hormonales y cardiopatías.

Es el consumo frecuente y compulsivo de gran cantidad de líquido. Si se superan los 4 litros diarios, y en especial si se lo hace en un corto período, puede ser perjudicial. Según los Institutos Nacionales de la Salud, puede tratarse de una enfermedad física o emocional.

Es una tendencia frecuente entre adolescentes, que restrigen su ingesta alimenticia para compensar las calorías que les proporcionan las bebidas alcohólicas. Suelen conocer muy bien la cantidad de calorías de alimentos y bebidas, pero no la proporción adecuada de nutrientes que necesitan.

Se da en personas recién diagnosticadas con diabetes tipo 1, y que requieren tratamiento crónico con insulina. Como pierden y recuperan peso a causa del desequilibrio hormonal, buscan rebajar la dosis de insulina para perder las libras ganadas.

Es la anorexia en hombres que tienen pánico a engordar o se ven gordos. Suelen ser exagerados y practicar mucho deporte o recurrir a dietas restringidas. Es frecuente en bailarines, modelos, actores o presentadores de televisión.

Se da en mujeres embarazadas, horrorizadas ante la idea de engordar demasiado. Algunas hacen dietas severas y hasta se inducen el vómito. Es muy peligroso para la madre y para el niño en gestación, que puede tener carencia de nutrientes esenciales para su crecimiento.