Cómo preparar tu mente para dejar de fumar

Ningún método para dejar de fumar puede ser exitoso si implica sufrimiento o angustia. Además, la mayoría de los tratamientos penosos terminan con una reincidencia que incluso puede lograr que las personas fumen más que antes. En lugar de estos sentimientos, debería existir: “honestidad” y “decisión”.

La mayoría cree que el cigarrillo es fácil de controlar. Pero hay una gran diferencia, según Tusam, entre lo que se “cree” y lo que “es”. La gente “cree” que puede dejar cuando quiere pero lo cierto es que el tiempo pasa y muy pocos pueden verdaderamente dejar el hábito. “Hay que reconocer la adicción”, dice el hipnotista.

Hay personas que no creen que la nicotina produce adicción. Si eres una de ellas, deja de consumirla de golpe y establece cuando vienen los efectos de la abstinencia. Si te gana la ansiedad, las ganas de comer de más, el mal humor injustificado, entre otros efectos; de ese modo se manifiesta el síndrome de abstinencia por falta de nicotina.

Sólo cuando uno tiene autoconocimiento del problema, cuando se reconoce la verdadera dimensión del tabaquismo, como adicción, se puede tomar una decisión: hacer algo para alcanzar la meta. En otras palabras, poner en práctica un método y seguir los pasos, uno a uno, para finalmente abandonar el hábito.

Para lograr un verdadero convencimiento de la necesidad de dejar de fumar, es conveniente abandonar las “charlas de café” y “los consejos” para interiorizarse en el tema: qué es el tabaquismo, qué daño produce, cuántos años de vida nos quita. Sólo a través de datos concretos y certeros será posible transitar este camino.

Una de las condiciones esenciales es tomar conocimiento que a través de este método no se accederá a ninguna fórmula mágica que permita dejar el cigarrillo de un momento a otro: es a través de la información y fijación de ideas que la mente conseguirá, de a poco, entender que se puede dejar de fumar.

“Apenas el 20% de las veces que fumas lo haces porque estás ansioso”, afirma Tusam. La mayoría de los fumadores encienden su cigarrillo casi sin darse cuenta, sin tomar conciencia de lo que están haciendo.

El mismo Tusam ofrece un plan “shock” para dejar de fumar de un momento a otro pero si no estás preparado para semejante desafío y si fumas entre 15 o 20 cigarrillos por mes, fíjate la meta de fumar cinco o seis cigarrillos menos por mes. Para ello, el hipnotista propone un calendario de biorritmo para identificar los días “positivos”.

Cuando seas consciente de que estás por encender un cigarro porque estás nervioso o ansioso, acostúmbrate primero a hacer alguna actividad que te ayude a descargarte. Por ejemplo, podrías tener en tu escritorio o en tu mesa de luz una pelota “anti-stress”, para presionar durante unos minutos cuando estás muy nervioso.

Luego de dos o tres minutos de “jugar” con la pelota anti-stress, intenta darte cuenta si aún necesitas encender el cigarrillo. Si lo necesitas, hazlo. Pero muchas veces notarás que ya no lo necesitas. “De esta forma, vas hacer que tu cerebro de a poco construya otro recurso para descargar la ansiedad y recurra a ella cuando realmente la necesite”, dice Tusam.

Existe una fuerte y significativa relación entre el consumo de café y el cigarrillo. Un estudio que analizó seis investigaciones epidemiológicas, realizado por los doctores Swanson, Lee y Hopp, de la Universidad de Loma Linda, California, se encontró que el 84,6% de los fumadores consumen café en contraposición con el 77,2% de los que no fuman.

Según los investigadores, el efecto farmacológico de la cafeína en el café es parcialmente –pero no completamente- responsable de ese vínculo con el cigarrillo. Esto podría responder a que el consumo de cafeína incrementa la ansiedad. Pero al reducir la ingesta de ambos –tabaco y café- podrían potenciarse los síntomas de abstinencia. Por eso, mejor adelantarse y consumir menos.

Si sientes que tu entorno no te ayuda a dejar el hábito de fumar, explícales lo importante que es este objetivo para tu vida. Si luego de un tiempo sintieras que te sigue perjudicando, analiza la posibilidad de cambiar de medio ambiente.

Cierra los ojos y controla la respiración inhalando por la nariz y exhalando por la boca. De a poco, sentirás que la tensión nerviosa empieza a ceder y retrasarás el consumo incluso fumarás menos. Repite este ejercicio cada vez que seas consciente de que tienes un “ataque de nicotina”.

Para el 2030, se estima que la cifra anual de muertes como consecuencia del tabaco alcanzará los 8 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS, su sigla). Casi el 80% de los mil millones de fumadores que hay en todo el mundo viven en países de ingresos bajos o medios.

El “humo ajeno” de los restaurantes, oficinas o espacios cerrados también es letal. Basta saber que el humo del tabaco contiene 4.000 productos químicos, de los que 250 son nocivos y 50 causan cáncer, para darse cuenta del peligro. Entre las principales consecuencias se incluyen: trastornos cardiovasculares y respiratorios. En los bebés puede causar muerte súbita.

Estos tips fueron presentados por Leonardo Tusam en la conferencia "Dejar de fumar", que se realizó en la Cámara de la Industria y Comercio de La Matanza”, en Buenos Aires, Argentina, con el auspicio del Grupo Provincia (mayo 2014). En el Día Mundial Sin Tabaco, conoce cómo lograrlo.