Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado
Cómo acabar con el molesto hipo
Por pandalo@holadoctor.net
-
Vergüenza espontánea
Aparece súbitamente para hacernos sentir miserables. Parece algo infantil, pero ocurre a toda edad. Tener hipo es algo común, y lo padecen en algún momento absolutamente todas las personas. Y puede ser señal tanto de un simple movimiento muscular como de algunas condiciones de mayor cuidado.
Movimiento involuntario
El hipo es una contracción involuntaria del diafragma, el músculo que separa la cavidad torácica de la abdominal, como muestra la foto. El diafragma juega un rol importante en la respiración, indica la Biblioteca Nacional de Medicina.
Cada contracción que causa el hipo produce un súbito cierre de las cuerdas vocales, lo que genera el clásico "hic", explica la Clínica Mayo. Aunque en el 90% de los casos es algo común que llega por sorpresa, molesta y pasa, en un 5% se puede tratar de un síntoma de condiciones más complejas.
Entre los disparadores más comunes del hipo, la Clínica Mayo enumera: beber alcohol en exceso; tomar bebidas soda, que tienen mucho gas; comer demasiado o experimentar situaciones de alto estrés emocional.
Todas las bebidas carbonatadas, que poseen gas, provocan burbujas que aceleran fácilmente el proceso del hipo. Una de las primeras recomendaciones médicas para limitar esta molestia es también limitar su consumo, explica la Cleveland Clinic
Pero una de las causas que dispara el hipo, que pocos conocen, es el cambio súbito de temperatura. Por ejemplo al salir de un lugar con mucha calefacción a la fría noche, el estómago literalmente se congela y causa la contracción del diafragma, que genera el hipo.
¿Y si no para?
Si el hipo persiste durante más de 48 horas, ya no se trata del 95%, sino del 5% que es de cuidado. En general las causas pueden ser: daño o irritación en los nervios que van del cerebro al estómago, una laringitis persistente, tener reflujo gastroesofágico, o un tumor en el cuello.
El padecer diabetes, alcoholismo, tener una falla renal, tomar esteroides y haber estado bajo una anestesia también pueden ser la causa oculta del hipo persistente. Lejos están de la teoría del médico Galeno, de la antigua Grecia, quien decía que el hipo eran las emociones que comenzaban en el estómago y "explotaban" en la boca.
Una infección cerebral como la encefalitis, un accidente cerebrovascular, tener tumores, esclerosis múltiple o daño cerebral también provocan que el cuerpo no tenga un control normal del hipo, lo que lo puede volver persistente. Los hombres tienen más predisposición a desarrollar este tipo de hipo.
Si vas a ver una película de terror, seguro no tendrás hipo, porque el saber popular indica que un buen susto frena este movimiento involuntario de manera súbita. Sin embargo, esta teoría nunca se ha comprobado científicamente.
Aunque un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine, no descarta la posibilidad de que un buen zombie te quite el hipo, ya que afirma que los sustos frenan súbitamente cualquier proceso respiratorio. Lo que podría incluir al hipo.
Sostener la respiración
La Clínica Mayo dice que si el hipo dura más de unos minutos y ya quieres terminar con él puedes sostener la respiración o respirar dentro de una bolsa de papel, hacer gárgaras con agua fría o tomarla de a pequeños sorbitos. Hay que frenarlo: el hipo impide comer, hablar y dormir con normalidad.
Cuando nada funciona
La medicina natural, como la acupuntura, pueden ayudar porque las agujas trabajan sobre las centrales nerviosas que, como contamos antes, son las que al alterarse pueden causar hipo. Los expertos tampoco descartan la hipnosis, un estado alterado de conciencia que ayuda a controlar lo involuntario.
Y si aún así el hipo persiste, hay opciones farmacológicas como relajantes musculares, drogas anti náuseas o antisicóticas, que anulan al hipo. También se pueden aplicar inyecciones de anestesia para bloquear centrales nerviosas, y hasta se puede implantar una batería que estimula el nervio vago y ayuda a controlarlo.